¿EXISTE EL CUARTO PODER?

Por Max Oñate Brandstetter

“En la organización, la comunidad encuentra su autodefensa”
Juan Domingo Perón

En nuestra tradición republicana y democrática (a partir de la revolución francesa y análogamente desde la revolución de independencia de nuestra patria) se ha instalado la costumbre orgánica de la separación de poderes.

Aquella costumbre fue instalada con el objeto de impedir la concentración unipersonal del poder, asegurar la libertad y la seguridad individual, cuyo único fin es sepultar (al menos retóricamente) el retorno a la monarquía o cualquier forma de despotismo.

La división de poderes (desde Toqueville, Locke y Rousseau) se constituye en el poder legislativo (confección de leyes), ejecutivo (toma de decisiones por parte del jefe de Estado) y judicial (organización y penalidad de los crímenes).

Según algunas corrientes de las ciencias sociales, el periodismo vendría a ocupar el cuarto lugar en este mundo del equilibrio de poderes.

Esta semana, vecinos de la villa José Miguel Carrera de La Florida, irrumpe en escena televisiva (Mucho Gusto – Megavisión) haciendo suya una reivindicación social, clarificando en qué condiciones se ven afectadas sus vidas cotidianas y porqué causas.

El problema radica en que en las cercanías de avenida La Florida, hace algunos años, se ha instalado un condominio de dos grandes torres, el que ha traído la formación de microclimas (puesto que hay casas que ya no reciben la luz del sol a ninguna hora del día, por la altura y dimensiones de las torres del condominio), pero principalmente el deterioro de los alrededores de la instalación, que adorna con escombros y material de construcción una plaza pública, que la constructora (vía acuerdo firmado por clausulas del plano regulador) está obligada a reparar.

Frente al reclamo vecinal, aparece aquella imagen justiciera de “la prensa imparcial y objetiva”, que acude al llamado de los vecinos organizados, con la clara intención de sumarse al reclamo y pedir explicaciones, consiguiendo después del despacho en directo, el compromiso municipal de que los arreglos comenzarán desde el lunes, con planes de reforestación y reconstrucción de áreas verdes.

Tras esta acción, los periodistas instalan la clásica propaganda del “cómo es posible que los vecinos tengan que recurrir a la prensa para solucionar sus problemas y que las autoridades no se hagan cargo”, mientras que al mismo tiempo, señalan lo precario del discurso de los vecinos, quienes acusan que el sector desde que está de esa forma, hay mayor frecuencia de delincuencia y violaciones, que para frenarla se hace indispensable la reconstrucción de áreas verdes.

Seamos claros: en lo que va transcurrido de este año, ha habido una serie de movilizaciones, reivindicaciones, luchas y formas de organización que han pasado desapercibidas al ojo de la ciudadanía y al juicio de la opinión pública, y es debido precisamente a que aquellas luchas parciales no han sido televisadas.

Lo que no es televisado no es validado en frente de la sociedad y de ser así, se explica cómo las esporádicas (pero numerosas) protestas por el alza del transporte “público” quedan sin ser conocidas por los ciudadanos, así como las constantes marchas por la gratuidad de la educación, etc.

Si la prensa es el cuarto poder, esto es; si forma parte de los frenos y contrapesos en función de impedir el autoritarismo y la excesiva concentración del poder, ¿De qué forma contribuye a acabar con la pésima distribución de ingresos en nuestro país? ¿De qué forma echó abajo a la dictadura militar? ¿De qué forma se posiciona y enfrenta a la idea única que gobierna el quehacer político nacional, denominado eje o paradigma neoliberal? ¿De qué forma impide que las grandes estafas y crímenes contra los chilenos, queden sin ser castigadas?
Aparentemente ese cuarto poder no existe, sino como forma de publicidad de lo que las grandes corporaciones económicas quieren de Chile, para reflejar la construcción política que hacen las elites acerca de la ciudadanía, así como también de la opinión pública.

Si bien hay algunos medios de prensa independiente (por lo que este cuarto poder estaría dividido en sí mismo) no son los que informan y educan a la mayoría de los compatriotas (puesto que la influencia se gana con capital financiero y con redes de distribución al menos igualitarias que la prensa oficial), no compiten en igualdad de condiciones –dejando a un lado el debate de si su información es real o inventada- por lo que “el cuarto poder” ni siquiera resguarda la igualdad de competencia, por lo tanto la igualdad de opinión, ni ninguna cosa más que expresar información ¿De qué tipo?, eso tiene directa relación con el lugar que ocupa en la sociedad y los intereses (que por su trabajo o por convicción) se encuentre defendiendo.

El autor es Cientista Político, licenciado de la Universidad Academia Humanismo Cristiano.