POCO LE QUEDA AL DESQUICIADO TRUMP

No hay mal que dure cien años

Por Fernando A. Torres, desde Estados Unidos

Después de casi tres meses de investigaciones, los congresistas demócratas de la Cámara de Representantes dieron a conocer esta mañana dos artículos con los cuales comienzan formalmente el proceso de acusación constitucional en contra del desquiciado Presidente Donald John Trump.

El primer artículo sobre abuso de poder está basado en que Trump trató de extorsionar a los ucranianos para que investigaran a su rival político, utilizando una posible reunión en la Casa Blanca y dinero para ayuda militar. El segundo artículo lo acusa de obstaculizar las funciones del Congreso, ordenando a su personal y agencias a no participar y no responder a las peticiones de la Cámara de Representantes.

Los artículos, traducidos en su totalidad y reproducidos en artículo anterior, acusan a Trump de abuso de poder y de obstruir las funciones del Congreso. Estos son los dos puntos mencionados en la Constitución política del país para la acusación constitucional. Levantar este tipo de acusación es muy difícil debido a que los autores del histórico e inoperante documento no hicieron una lista de lo que ellos consideraban delitos y solo los nombraron como “grandes crímenes y delitos menores” (high crimes and misdemeanors).

Esto explica que no se hayan considerados otras violaciones de Trump como las mencionadas en el informe del abogado Robert Muller que dejó en claro, sin decirlo, que Trump también obstruyó la justicia al tratar de bloquear la investigación de la injerencia de Rusia en las elecciones del 2016. Otros crímenes “menores” perpetrados por Trump y los cuales no se puede usar para acusar al presidente porque no están mencionados en la Constitución incluyen: incitación a la violencia y llamar abiertamente al asesinato, aprovechamiento económico de un puesto público, infringir las leyes de impuestos, la constante mentira, misoginia, insultos y desprestigio público en contra de periodistas y personas discapacitadas, racismo o xenofobia, afrentas a personas de otros grupos étnicos, etc.

Estos artículos de la acusación constitucional tienen que ser aprobados por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes posiblemente esta semana. Se estima que la aprobación será fácil. Luego irán a la Cámara de Representantes. Allí solo bastaría que se apruebe uno para que la acusación avance. Si se aprueba, posiblemente en este mes, Trump sería acusado formalmente y el Senado tendría que llevar adelante un juicio para determinar su destitución presidencial; lo que requeriría dos tercios de los votos del Senado.

A pesar de que los republicanos tienen la mayoría en el Senado, este voto aun no está claro. Es uno de los raros casos en donde la opinión y la presión de la ciudadanía serán un importante factor para decidir el futuro de Trump. Está comprobado históricamente, que cuando se llega a un nivel en un proceso de crisis, el acusado comienza a perder apoyo y comienza a sufrir el humillante proceso del abandono de sus correligionarios – nadie quiere sufrir la deshonra de aparecer en la historia como apoyando al malo de la película, al perdedor – es una de las razones de porque los acusados prefieren renunciar antes.

Por su parte Trump está respondiendo a través de Twitter como una bestia mortalmente herida; con pataleos de niño malcriado, con insultos, mentiras e improperios a destajo, como solo él lo sabe hacer.

Se estima que, para enero del 2020, el futuro del incompetente presidente Trump – que nunca se ganó su dinero si no que lo heredó de su padre – podría quedar sellado en una movida histórica que podría terminar con el régimen presidencial actual, el monopolio de los dos partidos y profundizar la crisis constitucional por la que atraviesa el país desde ya hace muchos años. ##