LA GRANDE BELLEZZA

Por Aníbal Ricci

Obra de estructura operática.

La obertura nos sorprende con la muerte de un turista maravillado por la belleza de Roma.

El solista es Jep Gambardella, antaño escritor y hoy dedicado a comentar de cultura. El arte conceptual se mezcla con el tradicional, mientras Jep vive como un mundano, hablando frivolidades debido a que la vida le parece un tránsito y volverse serio es no entender nada.

El coro son los asistentes a las fiestas, jóvenes y viejos bailando esas canciones que nos llevan desde la vida a la muerte. «Nuestro viaje es enteramente imaginario… una novela… una historia ficticia», se lee como epígrafe.

La cámara viaja al son de la música clásica, muchas veces en escenas que se vuelven panorámicas entre descansos de diálogos intrascendentes.

La primera mitad del metraje recuerda demasiado a La Dolce Vita (1960), siendo la película de Sorrentino un viaje inferior y menos lúdico que el de Fellini (se nota el hilván y las intenciones).

Pero la segunda mitad eleva a esta obra e introduce el tema de la muerte, dándole sentido al sinsentido de las celebraciones de alegría impostada.

La voz de Gambardella es lejana, cínica y pedante en la primera mitad. Su discurso elitista da cuenta de una pobreza de clase alta que, sin embargo, es capaz de captar los pequeños destellos de belleza de este deambular existencial. «La pobreza se vive», dice una Santa casi al final y resume perfecto el tono melancólico con que se ha desplegado esta visión de la vida.

Ficha Técnica

Título original  La grande bellezza
Año                    2013
Duración          142 min.
País                   Italia
Dirección         Paolo Sorrentino
Guion               Paolo Sorrentino, Umberto Contarello
Música             Lele Marchitelli
Fotografía       Luca Bigazzi
Reparto           Toni Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli, Serena Grandi, Galatea Ranzi, Isabella Ferrari,

Giulia Di Quilio, Luca Marinelli, Giorgio Pasotti, Massimo Popolizio