INFLACIÓN: COSTOS Y BENEFICIARIOS

El IPC de agosto en doce meses subió a 4,8%, su mayor nivel en dicho mes desde agosto de 2016, cuando llegó a 5%. Esta evolución condujo a que la Unidad de Fomento, expresada en pesos desde 1975, superó el 9 de agosto los $30.000, llegando a $30.004,41. El indicador alcanzó los $10.000 el 5 de septiembre de 1991. Once años después, el 9 de mayo de 2008, sobrepasó los $20.000 y en agosto, transcurridos más de trece años, los $30.000.

Si se examinan los datos del INE para agosto, de las doce divisiones en que divide el indicador solo una descendió en cifras anualizadas. Todas las demás aumentaron y algunas en porcentajes elevados, especialmente en aquellos sectores de la economía que fueron más afectadas por las medidas para enfrentar la pandemia, cuya actividad disminuyó por un largo periodo de tiempo. Transporte aumentó un 10,1%, en lo que influye el incremento de la cotización internacional en el precio del petróleo; los restaurantes y hoteles, que estuvieron entre los sectores más constreñidos desde que estalló la pandemia, creció en 6,2%. El INE informó que volverá a incorporar en los meses siguientes los Paquetes Turísticos y Servicio de Transporte Aéreo, los cuales dejó de considerar por la pandemia.

Si se dividen los bienes entre transables, que son aquellos que se comercializan internacionalmente, y los no transables, los cuales dependen del mercado interno, los primeros aumentaron en agosto en 5,9%, el mismo porcentaje en doce meses que ya lo había hecho en julio, mientras los no transables pasaron de 3% en julio a 3,5% en agosto. Los transables están fuertemente influidos por los procesos que se producen a nivel global, donde los precios están aumentando en un contexto de crecimiento de la economía global importante, aunque desigual, dando lugar a que se grafique que se produce en la forma de una K.

El otro componente con alta incidencia en los transables lo constituye la evolución del tipo de cambio. El Banco Central en su IPoM destacó que, en el tiempo transcurrido desde su anterior informe en junio, la paridad aumentó en un 10%. Al finalizar septiembre, el tipo de cambio volvió a acercarse a los $800 por dólar estadounidense. En el año creció más de 80 pesos.

A nivel mundial se experimenta un proceso de alza en los precios, que desde luego repercute en el país. Uno de los impactos alcistas más fuertes proviene del transporte marítimo. Para Aida Calderón, jefa del departamento de economía de la OCDE, los rebotes globales de precios “reflejan en su mayor parte alzas de precios relacionados con la pandemia y desajustes transitorios entre la oferta y la demanda”. Entre estos desajustes se encuentran los costos de transportes marítimos en niveles históricamente altos. En esta evolución han influido las insuficiencias producidas de contenedores y las restricciones registradas en algunos importantes puertos chinos por la pandemia, pero el problema es más profundo debido a que como consecuencia de la recuperación económica global, particularmente de EE. UU., el mercado mundial más grande, se elevó la demanda por productos aumentando el desbalance.

Morten Engelstoft, director ejecutivo de APM Terminals, propiedad de la empresa Maersk, la mayor naviera mundial, señaló que en el transporte marítimo existe un “círculo vicioso”. En su opinión, las mayores tensiones en el mercado se originan, declaró a Financial Times, en las demandas de los consumidores estadounidenses. En julio, detalló, los productos importados desde EE. UU. aumentaron en 20% con relación al mismo mes del año anterior y en un 11,5% si se compara con 2019. “Es un porcentaje -recalcó- de un volumen tan enorme (…) que supera la cantidad de capacidad portuaria, camiones, almacenes e incluso mano de obra, para manejar todo el equipo ha creado un cuello de botella”.

Además, en agosto el índice de alimentos de la FAO -que analiza la variación mensual de sus precios internacionales- llegó a 127,4 puntos, 4,3 unidades sobre el mes previo y 30,8 más arriba que el mismo mes de 2020. Abdolreza Abbassian, economista senior de la FAO, explicó que el Covid-19 hace que “la predicción del futuro sea cada vez más difícil”, agregando que la tendencia general de los precios es a permanecer alta. Los precios de los alimentos se ven afectados por dificultades en las cadenas de suministro, y efectos negativos causados por la pandemia y el cambio climático. En el verano del hemisferio norte la cotización del trigo aumentó en :2021 debido a pérdidas en las cosechas de los principales países exportadores.

La evolución de los precios de los alimentos no aparece solo como un tema coyuntural. El informe preparado para la cumbre climática COP 26 de las Naciones Unidas a realizarse en Glasgow durante octubre, lo constató, ” Podemos esperar para todos los alimentos básicos -expresó Daniel Quiggin, autor principal del documento- aumentos significativos de precios. También esperamos -añadió- que haya escasez en algunos lugares del mundo”.

La cotización internacional del petróleo también siguió un curso alcista. Para dar una señal en sentido contrario China, el segundo mayor refinador del crudo y su mayor importador, acordó por primera vez colocar en el mercado una partida de sus reservas estratégicas de petróleo (SPR). Venderá 7,38 millones de barriles, que equivalen aproximadamente a medio día de consumo. La colocación se efectuará en sus tanques de reserva en Dalian, en el noreste del país, por la Oficina Nacional de Reservas de Petróleo. La inflación interna del país asiático alcanzó en agosto su nivel máximo en trece años. “Lo veo -declaró Michal Meidan, director para China del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad de Oxford- como una prueba, tanto en términos de mecanismo interno como del impacto en el mercado para contener la inflación y ayudar a usar las SPR como lo hace Estados Unidos”.

Las alzas tienen grandes costos para la población. Pero, al mismo tiempo, tienen beneficiarios. Uno de ellos es el holding no minero del grupo Luksic, Quiñenco, el cual en el primer semestre obtuvo utilidades ascendentes a $568.741 millones, muy superior a los $76.491 millones del mismo lapso del año anterior. Aproximadamente un 80% del total de las utilidades provinieron de las ganancias obtenidas por la naviera germana Hapag Lloyd, de la cual el mayor accionista individual es la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), cuyo control el grupo Luksic lo adquirió el año 2011. Las ganancias de Hapag Lloyd en el semestre fueron de US$3.278 millones. El 20% restante de las utilidades de Quiñenco se originan en las otras empresas que el grupo controla solo o en alianza con capitales transnacionales, como acontece en el Banco de Chile con el consorcio estadounidense Citigroup, que en el semestre incrementó sus utilidades en un 30,7%, o en CCU donde participa en alianza con la cervecera Heineken.

Estas elevadas utilidades se reflejaron en el ranking de los resultados de las empresas en el segundo trimestre, donde la CSAV y Quiñenco ocuparon el segundo y tercer lugar detrás de Codelco. La empresa estatal aumentó sus ganancias, con relación a los mismos meses del año anterior, en 900% ante todo por el incremento de la cotización del cobre. En general, las empresas exportadoras de recursos primarios incrementaron sus utilidades fuertemente. Entre las diez primeras figuran además CAP, por los resultados de su filial minera que exporta hierro; y AntarChile, el holding del grupo Angelini, que controla Empresas Copec y su filial Arauco, exportadora de celulosa y papel.

Hugo Fazio

Septiembre de 2021