“Honor a los caídos, que su recuerdo sea siempre y por siempre sustento para acrecentar nuestra resistencia!!!” Con estas palabras estampadas en el libro de visitas del es Centro clandestino de secuestros y exterminio, conocido como Villa Grimaldi, el embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Arévalo Méndez., expresó su solidaridad con las víctimas de la dictadura civil-militar encabezada por Pinochet.
El embajador visitó el hoy Parque por la Paz Villa Grimaldi, como un acto de desagravio con las víctimas de la dictadura que fueron ofendidas por un coro facistoide el sábado recién pasado en el frontis de la embajada, en que se confrontaron algunos venezolanos residentes en nuestro país y militantes chilenos de los partidos que integran la coalición que respalda al actual gobierno de Sebastián que apoyaban la acción intervencionista imperial chilena y organizaciones sociales y políticas chilenas que rechazan todo intento de golpe de estado propiciado por el gobierno de Donald Trump.
El embajador fue recibido por integrantes del directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, ocasión en la que el vicepresidente, Cristian Castillo manifestó que “lo ocurrido frente a la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela es otra de las muchas agresiones, de ayer y de hoy, a la memoria de quienes defendieron la democracia y el proceso revolucionario en Chile”.
Castillo, agregó que “repudiamos las ofensas y burlas proferidas por este minoritario…, que estamos seguros no representa a la inmensa mayoría de venezolanos avecindados en nuestro país. Conocemos al pueblo venezolano, fuimos acogidos como refugiados por ese país, tras ser liberados de los campos de concentración y sitios de tortura de la dictadura, y estamos profundamente agradecidos del cariño que recibimos en ese país”.
Frente al llamado muro de los nombres que recuerda a los detenidos desaparecidos y ejecutados en la Villa Grimaldi, el embajador Arévalo Méndez, ofreció las disculpas del caso a los chilenos que fueron agredidos y agrego que “sentimos un profundo respeto y admiración por las víctimas de la tiranía fascista y neoliberal encabezada por Augusto Pinochet, así como por los familiares de quienes ofrendaron sus vidas en la lucha por la libertad y la democracia en Chile”.
Tras finalizar el acto de desagravio, el embajador firmó el libro de visitas del Sitio de Memoria, señalando el honor que sentía de visitar “el sitio en memoria de las víctimas que en tiempos oscuros de la historia de Chile sufrieron a causa de su convicción por los valores humanos”