FUERTE CRECIMIENTO EN TERCER TRIMESTRE

En el tercer trimestre de 2021, el crecimiento de la economía chilena fue en doce meses de un elevado 17,1%, de acuerdo a las Cuentas Nacionales del Banco Central a septiembre. Solo ligeramente menor en un punto porcentual al segundo trimestre. En lo transcurrido al noveno mes del año existe una expansión del PIB de 11,6%, superando en una décima la estimación para el año efectuada por el IPoM. En el primer trimestre, el producto aumentó 0,6%, luego de un crecimiento nulo en el cuarto trimestre de 2020. En el segundo y tercer trimestre del ejercicio anterior las caídas alcanzaron respectivamente a 14,2% y 9%, en los momentos de profunda recesión producidos al disminuir las actividades para enfrentar la pandemia.

El factor fiscal que impulsó el crecimiento, lo constituyeron los Ingresos Familiares de Emergencia. A septiembre, las transferencias en el año por este concepto sumaron US$14.975 millones y la cantidad a desembolsarse hasta diciembre, cuando finaliza el programa, agrega otros US$9.600 millones, completándose así US$24.475 millones, monto equivalente a un 9,4% del PIB. A ello se suma el gasto que se realiza con recursos de los fondos de pensiones, cuyos tres retiros efectuados a la fecha, según cifras entregadas por Mario Marcel durante la vigésima cuarta conferencia anual del Banco Central, alcanzaron a un 18% del PIB de 2020.Contribuyen también las menores restricciones a la movilidad y una base de comparación negativa muy alta en doce meses que a partir del cuarto trimestre desaparece.

En el tercer trimestre, los servicios fue el sector que aportó el mayor incremento porcentual del producto, tanto los ejercidos por personas como los empresariales, que aumentaron en cifras anualizadas un 24,5% y un 20% respectivamente. Desde las perspectivas del gasto el impacto provino ante todo del consumo de los hogares, el cual aumentó un 27,5%. En el cuatro trimestre desaparecen los estímulos transitorios, debido a ello surge la interrogante de lo que acontecerá en la economía el año 2022, cuando el gasto público, por lo establecido en el presupuesto fiscal de ese año desciende un 22,5% con relación a la estimación del ejecutarse en 2021. Además, se continuará con el incremento de las tasas de interés, en el curso del proceso iniciado por el Banco Central que busca elevarlas para frenar el crecimiento de la demanda interna y la comparación en doce meses, especialmente en el segundo y tercer trimestre con momentos en 2021 de elevados crecimientos, que llevan a proyectar niveles de caídas en la actividad económica.

En julio-septiembre, el saldo negativo de la cuenta corriente de la balanza de pago ascendió a US$6.504 millones, aumentando en un año la suma en rojo en el equivalente a 3,5% del PIB. Hubo dos factores centrales en este déficit. Uno lo constituye una consecuencia permanente de la estructura de la economía chilena, por ser un país importador de capitales, el saldo negativo causado por las remesas que deben efectuarse por pagos de intereses o envíos de utilidades. El segundo no se había dado en los transcurrido del año, al comenzar a producirse un déficit en la balanza comercial de bienes y servicios, motivado ante todo por la elevada demanda interna, que impulsó al alza las importaciones. Esta tendencia fue contrarrestada por la entrada neta de recursos a la cuenta de capitales por la emisión de bonos fiscales de deuda en el exterior y recursos provenientes de los fondos soberanos. También emitieron deudas sobre los mercados externos empresas no financieras.

En noviembre, se publicó un informe multilateral respondiendo la pregunta de “¿Importa la desigualdad? Cómo perciben las personas las disparidades económicas y la movilidad social” publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de la cual Chile es integrante. En el documento se establece que las desigualdades económicas no siempre se expresan en indicadores reales. Ello no se produce en los datos referidos a la realidad chilena, donde se establece claramente este curso negativo. Entre los países de la OCDE, Chile figura entre los que se percibe mayores desigualdades en los ingresos y un peso cada vez más pronunciado a favor de la participación del 10% más rico de la población.

El informe revela que “los resultados para la desigualdad de ingresos son consistentes en general con los países clasificados en la parte superior e inferior” de los cuadros estadísticos. Detalla que los países nórdicos muestran niveles relativamente bajos de desigualdad medida y percibida, mientras que Chile, México y Turquía dan cuenta de los niveles altos Y en cuenta a la persistencia intergeneracional, los países nórdicos se repiten al obtener una puntuación baja en ambas áreas, y Austria, Alemania y Chile destacan por ser relativamente altas.

Las sociedades integrantes del IPSA en Chile obtuvieron en los primeros nueve meses del año ganancias extraordinariamente elevadas, poco más de US$4.420 millones, destacando las logradas por las empresas exportadoras de materias primas, las del sector comercio, las tecnológicas y los bancos. Encabeza el listado la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), controlada por el grupo Luksic, el cual informó que su resultado fue impulsado por “el positivo desempeño de su negocio de transporte de contenedores a través de Hapag Lloyd, donde posee el 30% de la propiedad. A septiembre alcanzó en el año a US$1.986 millones, un 1.546% más que en 2020. Su matriz, Quiñenco, obtuvo utilidades por unos US$152 millones, 818% más que en los mismos meses de 2020. “En menor medida -señaló en el análisis razonado-, también contribuyeron al crecimiento, el favorable desempeño de Enex, Banco de Chile, Nexans, CCU y SM Saam en el período (…)”. Las utilidades del Banco de Chile, donde está asociado en partes iguales con el consorcio estadounidense Citigroup, tuvo un aumento de 51,1%.

En segundo lugar, en el listado de los resultados de las sociedades en nueve meses figuró Empresas Copec, controlada por el grupo Angelini, con un incremento de ganancias en el año de 652,90%, debido al aumento en el precio del petróleo y a la venta de Gasmar. Y en el tercero, la empresa eléctrica Colbún S A. con un aumento de 835,13%, controlada por el grupo Matte, incluido la venta de su estructura de transmisión. Registraron también utilidades elevadas en el lapso señalado la empresa de centros comerciales Plaza (775%), del grupo Falabella; CAP, (301%), debido ante todo a la alta cotización del hierro; la cervecera CCU (205%), controlada por el grupo Luksic con la transnacional Heineken; y Sonda (293%), del grupo Navarro.

El 22 de noviembre, en el continente africano surgió una nueva variante del coronavirus, denominada con la décimo quinta letra del alfabeto griego como ómicron. La Organización Mundial de la Salud informó que la mueva cepa, detectada por primera vez en Sudáfrica, en la provincia de Gauteng (capital Johannesburgo), experimentó una treintena de mutaciones, algunas de ellas calificadas como “preocupantes”, provocando un mayor riesgo de infecciones con relación a otras variantes. Varios países reaccionaron inmediatamente suspendiendo los vuelos a los países afectados y estableciendo prohibiciones o restricciones a viajeros procedentes de ellos. La cotización del petróleo en los mercados internacionales reaccionó a la baja. Sudáfrica es un país con bajo nivel de vacunación, 24%, demostrándose una vez más que la pandemia para ser dominada requiere de serlo a nivel global.

Hugo Fazio

Noviembre 2019