DE PLEBISCITO Y SUS RESULTADOS

En el próximo plebiscito lo que se dirime es la aprobación de la Nueva Constitución propuesta por la Convención o mantener  la vieja Constitución pinochetista con todos sus retoques. Esa es la disyuntiva tras la cual se desarrolla una batalla política esencial.

Para continuar la lucha por una sociedad justa. ¿Da lo mismo cualquiera sea el resultado? Esta una pregunta que hay que esforzarse por responder. 

Confiar en las palabras de la derecha y sus aliados, es un craso error. Nunca han pretendido hacer cambios reales  ni en el modelo económico  ni en la Constitución del 80 que lo consagra. De allí que  la campaña del Rechazo sólo se sostiene en mentiras, tergiversaciones y llamados apocalípticos. Nada de lo que dicen es creíble.  Mantener los privilegios es lo único que explica sus dichos de hoy. Lo  que persiguen es mantener la condición de privilegio económico y las cuotas de poder político y comunicacional que les permitió la Constitución impuesta por Pinochet.

Quieren mantener las cosas tal como han estado hasta ahora y se olvidan que el estallido de octubre tiene su explicación en los largos años de abusos, desigualdades e incertidumbres que abruman a la gran mayoría del país.  Es de esperar que  la campaña y las intenciones   de la derecha y sus aliados no tengan éxito ni efecto. 

Votar Apruebo es votar por una propuesta de Nueva Constitución elaborada por una Convención Constitucional, elegida democráticamente. No es una propuesta ideal, pero es una que pretende establecer un sistema político-institucional con menos cortapisas autoritarias. Una nueva Constitución  que ofrece más paridad, inclusión, no discriminación, plurinacionalidad y que  reconoce un conjunto de derechos sociales, tales como  vivienda, salud y educación, cuya exigencia  erosionará los intereses de los poderosos. 

Cierto es que, lo determinante  es y será la capacidad de la organización social y popular para lograr el cumplimiento de esos derechos. Y ahí radica la posibilidad que se abre. Con el triunfo del Apruebo se generan mejores condiciones para continuar la lucha social y política por una sociedad justa.  No da lo mismo el resultado del plebiscito. Un triunfo de la opción Rechazo, como corolario de la campaña de mentiras y tergiversaciones amplificadas por las grandes medios de comunicación empresariales no fortalecerá la confianza  en sus propias fuerzas de los sectores sociales y populares organizados ni tampoco elevará su disposición inmediata a retomar la movilización. 

En nuestra opinión, esa  la batalla política que se juega en el plebiscito.