CHINA: CRISIS DE EVERGRANDE Y ENERGÉTICA

Uno de los acontecimientos destacados de septiembre lo constituyó la crisis de la promotora inmobiliaria China Evergrande Group, con un alto nivel de endeudamiento. “El balance total de Evergrande -señaló Financial Times- era de 2,38 billones de yuanes (US$368 mil millones) a fines de junio. Su negocio consiste en comprar terrenos a los gobiernos locales, desarrollarlos y vender departamentos residenciales antes de terminar de construirlos. Al igual que sucede con sus activos, los 1,97 billones de yuanes en pasivos de Evergrande -agregó- están contenidos de manera abrumadora dentro de China. Debe dinero a los bancos locales y a los tenedores de bonos y sirve como garantía para productos de gestión patrimonial. En los mercados extraterritoriales tiene cerca de US$20.000 millones de deuda pendiente. También debe dinero a proveedores y contratistas”.

En 2017 el fundador de Evergrande, Xu Jiayin, pasó a ser la persona más rica de China, desplazando a Jack Ma, controlador de la empresa de comercio electrónico Alibaba. Forbes calculó en ese momento su fortuna en US$45.000 millones. La empresa tuvo una expansión vertiginosa. Fue fundada en 1996 en Cantón, endeudándose y levantando viviendas en verde, antes de estar terminadas, y destinando los recursos a nuevos proyectos. Lo sucedido permite conocer de desequilibrios existentes en la economía china y al mismo tiempo examinar como las autoridades buscan regularlos.

“Los números del problema -señaló Expansión- son los siguientes: Evergrande tiene una deuda de unos US $313.000 millones. De ellos, US$ 19.000 millones son bonos en el mercado offshore (para inversionistas extranjeros). Son cantidades asumibles para sus 250 acreedores, entre ellos grandes fondos occidentales, pero si la crisis se extiende a todo el sector inmobiliario chino, el pasivo llega a US$4,7 billones. Y si el contagio arrastra a todos los bonos en el mercado offshore chino, en caso de pérdida de confianza de los inversionistas extranjeros, estamos hablando de unas emisiones con un valor nominal de US$209.000 millones. La compañía – añadió- tuvo casi US $78.000 millones en ingresos el año pasado y cientos de proyectos en más de 200 ciudades chinas. Durante años utilizó dinero prestado y departamentos vendidos previamente para acumular en forma enérgica terrenos y desarrollar proyectos. En el trayecto la empresa pagó miles de millones de dólares en dividendos a los accionistas, lo que incluyó el equivalente de más de US$5.000 millones durante los últimos tres años al fundador, principal accionista y presidente”.

Este proceso experimentó un traspié muy grande cuando las autoridades regulatorias determinaron limitaciones a su forma de funcionamiento, al establecer que no se podían vender las viviendas en verde, sino cuando estuviesen finalizadas. La situación de liderazgo de Xu Jiayin alcanzado en 2017 como el mayor multimillonario del país, fue asumida por los controladores de grandes empresas tecnológicas que tuvieron un crecimiento aún más vertiginoso en los últimos años. La revista Hurun, que confecciona los rankings de los multimillonarios en el país, lo ubica actualmente en el quinto lugar. Bloomberg cifra su fortuna en US$7.000 millones y Forbes la estima en US$10.700 millones.

Se ha hablado que la crisis inmobiliaria podría conducir a una crisis financiera en China con repercusiones globales. Sin embargo, como escribió Martin Wolf en Financial Times, “dado que el gobierno controla el sistema financiero, puede prevenir una crisis financiera”. Entonces, el problema central pasa a ser otro. ”Es más bien -señaló Wolf- que debe terminar la dependencia de la economía de la demanda de inversión en bienes raíces.

Un documento de 2020 de Kenneth Rogoff y Yuanchen Yang sostiene que el sector inmobiliario de China contribuyó con el 29% del PIB en 2016. Además, casi el 80% de este impacto provino de la inversión, mientras que alrededor de un tercio de la inversión excepcionalmente alta en China ha sido en propiedades. Varios indicadores poderosos -añadió- muestran que esta inversión está impulsada por precios insostenibles y un apalancamiento excesivo y también está creando un enorme exceso de capacidad (…). El propio Xi Jinping -destacó- ha hablado de la necesidad de cambiar “hacia la búsqueda de un crecimiento del PIB genuino en lugar de inflado”’.

Evergrande cuenta con ocho filiales, por intermedio de las cuales está presente en otros sectores que abarcan desde agua embotellada a la fabricación de vehículos eléctricos, que posee catorce modelos y proyecta llegar a fabricar un millón de ellos en 2025. Una de sus filiales posee un centro cultural para turistas, conocido como el “Dubái chino”, con una inversión de US$24.000 millones. Cuenta además con la principal productora de cine y televisión del país.

Los mecanismos regulatorios establecieron una política de “tres líneas rojas” la cual establece, señaló The Wall Street Journal, que “los desarrolladores reduzcan los niveles de deuda por debajo de ciertos umbrales antes de que puedan pedir prestado más dinero a las instituciones financieras”. Ante esta emergencia Evergrande procedió a vender acciones de algunos activos. El 4 de octubre solicitó que se suspendiese su cotización en los mercados bursátiles de Hong Kong, a la espera del anuncio sobre una importante transacción. Medios de comunicación chinos adelantaron que se vendería la participación en el control de su filial de gestión de fincas a la firma hongkonesa competidora Hopson Development en US$5.100 millones. Al mismo tiempo dejó de cancelar intereses en bonos de deuda emitidos en dólares En septiembre incumplió vencimientos por US$83.5 millones y US$48 millones. Cancelo, eso sí, intereses de bonos emitidos en yuanes.

Las regulaciones de las autorizas chinas no se limitan únicamente al sector inmobiliario abarcan a otros sectores, entre ellos al formado por los gigantes tecnológicos. Durante 2021, las tres mayores caídas en sus cotizaciones de empresas que se incorporaron al mercado bursátil fueron protagonizadas por empresas chinas. El listado lo encabeza Kuaishou Technology, que compite con Tik Tok e ingreso a la bolsa de Hong Kong en febrero. Al comenzar octubre había perdido cerca de un 80%. Superó a DiDi Global, la cual cotiza en la bolsa de Nueva York desde el 30 de junio. En tercer lugar, por la dimensión de sus contracciones figuró Bilibili, de videojuegos que vio bajar a la mitad su cotización. Más atrás se ubicaron empresas de diferentes países. Mientras tanto las autoridades chinas reiteraban su decisión de seguir su accionar antimonopolios

De otra parte, el Banco Popular de China, su banco central, procedió a declarar ilegales en el país el bitcoin y todas las criptomonedas, incluyendo a los intercambios de ellas en el extranjero que tengan servicios en China continental. El impacto general es significativo, no solo porque el país constituye un gran mercado, sino por tratarse de donde se alberga la mayor cantidad de mineros de criptomonedas, una actividad que es cuestionada por su nivel de emisiones y la gran demanda de energía. El Índice de Consumo de Electricidad de bitcoin de Cambridge estima que China tiene una participación de 46% en la tasa de potencia informática utilizada en la minería y procesamientos. Mientras tanto el Banco Popular desarrolla su propia moneda digital.

En el mercado bursátil, accionistas procedieron durante septiembre a vender acciones y bonos de otras promotoras inmobiliarias. Fue el caso de Sunac China Holdings, luego de que se conociese un documento en el cual una unidad de la empresa solicitaba ayuda gubernamental para enfrentar su carencia de liquidez. Sus acciones que se cotizan en Hong King cayeron a su nivel más bajo en más de nueve años. Igualmente, sus títulos cotizados en dólares se redujeron. No fue sorprendente ver que los inversores exagerasen los riesgos en torno a Sunac. El 5 de octubre, Fantasía Holding Group, fundada en 1996, que construye departamentos de lujo y que tiene US$3.900 millones de bonos en los mercados, anunció que no pudo pagar un documento de US$205,7 millones. La promotora ocupó en el primer trimestre la ubicación sesenta en el listado de ventas contratadas, en el cual Evergrande se ubicó en el tercer lugar. Al cerrar el primer semestre, el pasivo total de Fantasía ascendía a US$12.900 millones.

La crisis inmobiliaria tiene lugar en China, cuando el país experimenta una cadena de cortes eléctricos que afectan a la producción manufacturera, la cual en septiembre se contrajo por primera vez desde la Gran Recesión. La producción energética del país es muy dependiente del carbón. La crisis tiene diferentes causas: la creciente demanda; las limitaciones establecidas para intentar evitar la emisión de gases de efecto invernadero; los climas extremos en un país cuya matriz eléctrica depende en un 70% del combustible fósil; y los conflictos con Australia, el segundo mayor exportador de carbón en el mundo. Al comenzar octubre se vio obligada a reanudar la adquisición en Australia. En general, para incrementar la disponibilidad de carbón aumentó sus importaciones, incidiendo en su cotización, la cual globalmente alcanzó en el año un nivel récord, al igual como acontece con el gas natural. El precio del carbón se duplicó desde enero. El carbón térmico de Newcastle de Australia, que se usa como referente, alcanzó a US$202 la tonelada métrica, tres veces más que a fines de 2019. Las dificultades de suministro repercuten en los niveles de crecimiento anual de la potencia asiática. Goldman Sachs y Nomura ya redujeron sus estimaciones de expansión para 2021 respectivamente a 7,8% y 7,7%.

El sector energético global enfrenta un alza general de precios, que incide en la mayor demanda de carbón. “La crisis del gas en Europa -constató Financial Times- ha elevado el precio de los derechos de emisión vinculados a las emisiones de carbono a medida que los productores de energía optan por el carbón más barato, pero más sucio. El alza de los precios del gas impulsado por la escasez de suministro -agregó- ha hecho que la generación de energía a partir del carbón sea más rentable en el corto plazo. Dado que el carbón es más contaminante que el gas, la demanda de derechos de emisión de la Unión Europea y el Reino Unido por parte de los productores de energía ha aumentado, impulsando los precios (…:)”. ”Esto empezó siendo una historia puramente europea -manifestó por su parte Norbert Rücker, jefe de análisis económico de Julius Baer-, luego pasó a afectar a China y ahora ya es algo global” (03/10/21). Para aminorar el problema Jennifer Granholm, secretaria de Energía estadounidense anunció que Washington podría liberar reservas estratégicas de petróleo, que constituye la mayor provisión mundial de crudo capaz de cubrir la demanda mensual de EE. UU.

La crisis energética por otras causas se extiende a Brasil, la mayor economía de la región. Es causada, ante todo, por la peor sequía en el sudeste y centro – oeste del país en 91 años. “Hace unos diez años -explicó Nivaldo De Castro, del instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro- que las lluvias están por debajo de la media histórica. Esto es un reflejo de dos problemas -añadió-: uno, del calentamiento global, y en Brasil hay una segunda causa, que es la falta de una política de defensa de la floresta amazónica. Estos dos factores implican -concluyó- que hay un cambio de paradigma en las lluvias”.

Este curso alcista tiene implicancias desde luego en la inflación. En la Eurozona, en promedio, el IPC de septiembre aumento en doce meses a 3,4%, registrado así su mayor salto en doce años. La presión se extiende al mercado del petróleo. La OPEP más Rusia se han negado a aumentar su producción, por encima del ritmo en que vienen haciéndolo. Su acuerdo implica un nuevo incremento en noviembre, de 400.000 barriles diarios.

Chile es fuertemente dependiente de la economía china, es de lejos el mayor mercado para las exportaciones del país y también el más grande en materia de importaciones. Por tanto, la crisis de Evergrande tiene incidencia en el país por sus repercusiones en el nivel de actividad del país asiático. Al mismo tiempo, se producen impactos directos. Las AFP, por ejemplo, tienen colocados sus recursos en el exterior utilizando fondos de inversión extranjeros. Al finalizar agosto, el 40,3% del total de la cartera de las AFP, US$73.765,42 millones estaban colocados en el exterior, según cifras de la Superintendencia de Pensiones, a través de estos fondos. Ocho administradoras invierten en 16 fondos, que tienen acciones de Evergrande.

Hugo Fazio

Octubre 2021