RESERVA FEDERAL AUMENTA EN 0,75 PUNTOS TASA DE INTERÉS

El Comité Federal de Mercado Abierto, de la Reserva Federal, en sus reuniones del 14 y 15 de junio, acordó aumentar su tasa de interés en 0,75 puntos base, el mayor aumento que ha aprobado en 28 años, desde 1994, llevándola a un nivel de 1,5% a 1,75%. El acuerdo no fue unánime, dado que la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, se pronunció por volver a incrementarla en cincuenta puntos. 

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, expresó, luego de informarse del aumento “pensamos que era necesario tomar medidas contundentes en esta reunión y fue lo que hicimos. Lo que estamos buscando son pruebas contundentes de que las presiones inflacionarias se relajan, que la inflación está cayendo. Claramente, el alza de 75 puntos base de hoy es un aumento inusualmente grande y no espero que movimientos de este tamaño sean comunes. No estamos tratando de inducir una recesión en este momento -subrayó-, seamos claros al respecto”. Se pretende reducir el proceso inflacionario sin que caiga el crecimiento económico, cuando ya en el primer trimestre el PIB se contrajo.

Powell, al señalar que habrá más alzas de tasas, adelantó que es “muy probable” que en la reunión de julio del Comité Federal ella sea aumentada en medio punto base o nuevamente de 0,75 puntos. La proyección a futuro de la tasa de interés alcanza una mediana de 3,4% al finalizar 2022, muy por encima del 1,9% previsto en marzo, y de 3,8% al cierre del 2023, cuando se había estimado sería de 2,8%. Un brusco viraje en relación a las cifras proyectadas en marzo. Desde la crisis del año 2008, que condujo a la Gran Recesión global, las tasas de interés de la Fed nunca sobrepasaron el 2,5%. 

La tasa de interés sigue muy por debajo del nivel de la inflación, en términos reales continúa siendo negativa. Ello llevó a Chris Gaffney, presidente de mercados internacionales de TIAA Bank, a preguntarse en declaración a Bloomberg “si la Fed está persiguiendo algo que no está muy lejos de alcanzar”. El propio Powell ha señalado que lo más apropiado sería llevar la tasa de interés a su nivel neutral. 

El comunicado, después de la reunión, expresó un firme compromiso “con el retorno de la inflación a su meta del 2%”. La inflación en mayo fue de 8,6%, superior en más de cuatro veces al objetivo perseguido. El viraje confirmó que la afirmación efectuada por la Reserva Federal anteriormente de que la inflación sería un fenómeno transitorio, al igual que efectuado en el mismo sentido por la secretaria del Tesoro, Yanet Yellen, fueron erradas. “La inflación sigue siendo elevada -constató el comunicado de la FED- lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, el aumento de los precios de la energía, y una presión de precios más amplía”. Destacando a continuación que los niveles alcistas en el mundo crecen por la guerra en Ucrania y los confinamientos en China. 

Powell reconoció que desde marzo la inflación ha “sorprendido” al alza. Existiendo factores que inciden en ella que se encuentran fuera de las posibilidades de acción de la Reserva Federal, entre ellos los aumentos de precios en alimentos y energía, las dificultades en las cadenas de suministro, sosteniendo que el Banco Central “estaba preparado para ajustar la orientación de la política monetaria según proceda si siguen riesgos que pueden impedir la consecución de los objetivos buscados”. 

La Reserva Federal, como es habitual en sus reuniones en que decide sus políticas, actualizó las proyecciones de la actividad económica en Estados Unidos, con relación a las que había efectuado en marzo. El crecimiento económico lo redujo de 2,8% a 1,7%, con un aumento en la tasa de desempleo, la cual venía descendiendo previo a la cita, que llegaría a 2,7% al finalizar 2022. La inflación promedio para el año experimentó un aumento mayor al establecido en su reunión anterior. 

Las decisiones y aclaraciones del Comité Federal calmaron muy poco tiempo a los mercados que habían experimentado en los días anteriores violentas caídas, mientras el dólar a nivel global momentáneamente retrocedió. Wall Street había entrado en un terreno bajista, caracterizado por la figura de un oso, que se produce cuando existen descensos superiores al 20% desde el punto máximo más reciente. El S&P 500, principal índice de Wall Street experimentó reducciones desde su nivel récord de enero de un 22%, al igual que el tecnológico Nasdaq que se ubicó casi 33% por debajo de su máximo. Solo el Dow Jones se mantuvo al límite con un descenso del 18%. La vez anterior que se produjo un nivel de caída en los mercados bursátiles de esta magnitud fue en 2020 con la llegada del Covid-19. 

Al día siguiente del anuncio, Wall Street y los mercados en el mundo volvieron a sacudirse a la baja y el dólar a apreciarse. Ese día, el índice de referencia de Wall Street registró una caída en el año de 22,3%. El S&P 500 y el Nasdaq enteraron diez semanas de once descendiendo. En esa jornada retrocedió el S&P 500 en 3,25% y el Nasdaq en 4,08%, ya que fueron las empresas tecnológicas las más castigadas, mientras el Dow Jones se colocó por debajo de los 30.000 puntos al descender 2,42%. Globalmente el derrumbe bursátil fue generalizado. 

Desde 1950 el índice S&P ha caído doce veces, la ves anterior fue en febrero y marzo de 2020, antes del primer confinamiento por la pandemia. Fue breve, pero pronunciado, se redujo 33% en poco más de un mes. 

En Chile, el IPSA se contrajo en 2,14% hasta los 5.029 puntos, registrando 24 de sus 29 títulos descensos. Las reducciones más elevadas las anotaron la Compañía Sudamericana de Vapores y SQM, que lideraron los crecimientos durante el año. Por su parte, la paridad cambiaria en el país cerró la semana en $877,28 llegando en algunos momentos a cotizarse en $878, por encima de su máximo histórico de $875, alcanzado al día siguiente de la segunda vuelta electoral presidencial. En la semana aumentó en $31,30, siendo el peso la moneda que a nivel global en los cinco días más se devaluó con relación al dólar. El incremento del tipo de cambio conlleva un aumento del costo de las importaciones medida en pesos. “Tenemos que estar preparados -dijo Mario Marcel- para enfrentar esta coyuntura. La política cambiaria -añadió-, como sabemos, corresponde al Banco Central”, institución que presidió hasta antes de ser nombrado ministro, aplicando en lo fundamental el criterio de que el nivel de la paridad debe ser resuelta por el mercado. La consejera del Banco Central, Stephany Griffith Jones declaró, frente al nivel récord alcanzado por la paridad, que “no es muy frecuente en Chile que haya intervenciones. En este momento no está contemplado”. 

El alza de tasas en EEUU fue seguida por otros bancos centrales, que no lo habían realizado hasta ese momento o efectuado en montos muy bajos. El Banco Nacional de Suiza, la aumentó por primera vez desde 2007 en medio punto, llevándola a 0,25%, dado que hasta ese momento era negativa en 0,25. “La política monetaria más estricta -declaró- tiene como objetivo evitar que la inflación se propague más ampliamente a los bienes y servicios en toda Suiza”. No descartando explicitó nuevos incrementos a futuro y señalando también la posibilidad de intervenir en el mercado de divisas. En Suiza la inflación en mayo fue de 2,9% en doce meses, previendo el Banco Nacional que se puede mantener alta por largo tiempo. 

Por su parte, el Banco de Inglaterra aumentó la tasa en un cuarto de punto, a 1,25%. En medio de muchas formulaciones planteando la necesidad de una política más agresiva, para buscar enfrentar realmente el nivel de alza en los precios. Y en Hungría también se subió la tasa de interés, con el objetivo en este de afirmar al florín, que por primera vez cayó a cuatrocientos por euro. 

Hugo Fazio

Junio 2022