Por Aníbal Ricci
«Hoy tenemos tres AFPs (bajo el control de Principal, Metlife y Prudential), dentro de las seis, que controlan el 75 % de los activos y que son de Estados Unidos, país es parte del TPP junto a otras 11 naciones, e indica que no vas a poder cambiar las reglas del juego, por ejemplo, para ese tipo de empresas» (Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol).
En lo personal, me parecería lógico perfeccionar el sistema de AFP profundizando en el pilar solidario y complementándolo con aportes patronales que se sumen a la actual cotización del trabajador. De lo contrario, nos encaminamos a una economía de pobres para un porcentaje de la población que va en aumento dadas las actuales tasas de natalidad.
Se ha demonizado a las AFP, cuando siguen siendo un mecanismo eficiente para mantener la inversión del país en niveles aceptables, en cambio, nada se dice sobre los directorios de estas instituciones, dominados por la DC y la elite empresarial. Lo perverso del sistema es, en realidad, que esos grupos de poder invierten el dinero de todos los chilenos donde a esa elite le conviene. Me pregunto: ¿Si los fondos son propiedad de los trabajadores, por qué no hay representatividad de esos trabajadores para decidir el destino de la inversión del país?
¿Por qué, por ejemplo, las AFP pueden seguir invirtiendo en las acciones de CMPC si es que esa empresa se colude y daña el bolsillo de los chilenos?
Seamos justos y reconozcamos que el sistema de AFP quita un enorme peso impositivo a los chilenos, no es malo per sé, el problema es que los directorios están compuestos por personas que desean mantener el status quo y no representan a los aportantes de los fondos.
Siguiendo esa lógica, si el estado chileno firma el TPP probablemente estará agravando la situación imperante. Ya no sólo estaremos a merced de los grupos económicos locales, sino que dependeremos de intereses transnacionales.
*El autor es escritor, Ingeniero Comercial licenciado de la P. Universidad Católica de Chile, y Gestor Cultural de la Universidad Arcis.