TODO LO DICHO CORRE POR CUENTA MÍA

Cristian Cottet

Cuando le indiqué al Toño un camino para acercarnos a los funcionarios, nos miraron como si fuéramos simples ciudadanos, yo recogía bolitas, buscaba un cigarro… y Toño tomo fotos… un funcionario, incluso, un funcionario se agacho para ayudarme a recoger las bolitas…. Esto es ridículo, estoy narrando una situación ridícula… podría haber pasado a mayores y no paso… Es más… cuando Toño tomaba fotos (el Toño es fotógrafo) Esto no paso a mayores por la tranquilidad del Toño y (reconozcámoslo) del resto de funcionarios…. El loco que nos toco fue el tono de locura.

El sujeto se enojó por las fotos de Kadima, estábamos los dos, pero se cargó con Toño…, el piquete era de tres funcionarias y una funcionaria bajita, silenciosa, podría decir que, hasta bella, pero más me ocupe de las pertenencias de Kadima. Los otros funcionarios no entendían, es más, en algún momento le solicite un cigarrillo a otro funcionario y me dijo que solo tenía el que estaba fumando. La situación era relajada, hasta que ese funcionario de carabineros comenzó a maltratarnos con amenazas.

(No es primera vez que nos pasan con el Toño… cuando ya tengo material para mis informes, soy antropólogo, el Toño levanta la voz. «Pelao… vámonos…. estamos listos». Y el Toño sigue. Nos han relegado, conocemos celdas de muchas ciudades…. Y yo sigo en esta dupla que amo.