Por Carlos Romeo
“El capitalismo es el terrorismo en contra del mundo”. Esta frase no la pronuncio Carlos Marx ni Federico Engels, ni tampoco Lenin o Stalin, o más recientemente ni Fidel Castro o el Che Guevara. Esta frase lapidaria y sin tapujos fue nada menos que expresada recientemente por el Papa Francisco.
Francamente, he quedado desconcertado. Toda mi vida presencié como la Iglesia Católica oficial ha estado sin vacilación alguna de parte del orden social existente en la mayor parte del mundo que, como todos sabemos, descansa en el sistema capitalista de producción. Pero hay que decir también que, así y todo, muchos sacerdotes de esa fe actuaron y se expresaron de manera diferente, como lo hicieron después de la Segunda Guerra Mundial los sacerdotes obreros franceses y en nuestro continente latinoamericano los que crearon la denominada Teología de la Liberación. Lo expresado por el Papa Francisco tiene, por consiguiente, como antecedentes a actuaciones y expresiones de muchos sacerdotes, uno de ellos, el padre Camilo Torres, quien murió en 1966 combatiendo como guerrillero del Ejército de Liberación Nacional de Colombia.
Quizás sea el resultado de que el Papa Francisco sea sudamericano y no europeo y que viviera la barbarie que soportó Argentina, su patria, durante la dictadura militar que gobernó ese país desde 1976 a 1983, que arrojó nada menos que decenas de miles de muertos, desparecidos, torturados y encarcelados, en paralelo con la que vivió Chile entre 1973 y 1990 con iguales manifestaciones de barbarie tanto en magnitud como en crueldad, y ambas defensoras fanáticas del capitalismo dependiente de sus centros de poder. Esa vivencia no la han tenido los Papas anteriores a Francisco, todos europeos provenientes de países con un capitalismo consolidado y en donde ejercieron su sacerdocio.
Ya días atrás el Papa Francisco habría declarado que los cristianos no son comunistas, sino que los comunistas son cristianos, supongo pienso yo, porque ambos creen que un mundo mejor es posible y que ningún marxista puede estar en contra del Sermón de la Montaña, síntesis del mensaje del cristianismo al mundo. Ya el padre Camilo Torres se había anticipado al decir “Para que discutir si el alma es mortal o inmortal si estamos de acuerdo en que el hambre es mortal”.
Con esto que acaba de decir el Papa Francisco, entiendo el por qué se filtraron a la prensa expresiones contestatarias al interior de la Santa sede, con relación tanto a sus decisiones organizativas en el Vaticano como a su mensaje pastoral.
“Poderoso caballero es don dinero”, que mueve al mundo bajo la modalidad de la circulación capitalista, pero más poderosas aún son las ideas que mueven a los hombres. Por ello, esta connotación del papado de Francisco está atentando en contra del pilar que la religión católica le ha prestado a la construcción ideológica que se ha ido conformando a la par del desarrollo del capitalismo en el mundo.
Bienvenido Santidad, a la lucha por un mundo mejor. Pero, cuídese, que con seguridad habrá repercusiones. Para muchos pasará a ser considerado una persona no grata. Y no será la primera vez que eso sucede en la historia de la Santa Sede.
La Habana, diciembre del 2016