Comentario de Aníbal Ricci
Aunque soy peor que una bestia, ¿no tengo derecho a vivir?”, es la última frase del diario de Oh Dae-su, sujeto que luego de quince años de cautiverio recién comprende la razón de la venganza de que ha sido objeto. Al principio sólo ha perdido su juventud, sin saber por qué, y desea vengarla sin sospechar que mientras más averigua de sus captores, peor será el descubrimiento que lo sofocará en una culpa irremediable. La fluidez de la narración, mezclando elementos del presente, pasado y futuro, es lo que provoca inquietud constante en el espectador que en todo momento querrá seguir atado a esa sed de venganza que mueve los hilos y que hacia el final será amplificada hasta lo inexpresable. La belleza de las imágenes es una impronta de este cineasta surcoreano, oníricas y ultra violentas, pero lo que cautiva realmente es su utilización para desplegar una trama retorcida que roza los límites de lo subhumano. El guion es perfecto y caótico, nunca da luces de lo que persigue, así como infinitos son los recursos para efectuar transiciones temporales. Cada escena sorprende y la crueldad en aumento nos hace revolver las tripas. El cine de Chan-Wook Park propone no sólo una sublimación de las emociones, sino además un viaje a los límites mentales de los protagonistas. Un juego de hipnosis donde supuestamente (interrogante sin resolver) hasta la mayor aberración puede ser objeto de perdón.
Ficha Técnica
Título original Oldeuboi – Oldboyaka
Año 2003
Duración 120 min.
País Corea del Sur
Director Chan-Wook Park
Guión Park Chan-wook, Hwang Jo-yoon, Im Joon-hyung (Cómic: Nobuaki Minegishi)
Música Cho Young-wuk
Fotografía Chung Chung-hoon
Reparto Choi Min-sik, Yu Ji-tae, Kang Hye-jeong, Ji Dae-han, Oh Dal-su, Kim Byeong-ok,
Lee Seung-Shin, Yun Jin-seo