“Te pido evitar vender Trutros Enteros Bajo Costo como pasó hoy en Bigger Concepción, donde se ofreció el trutro entero Ariztía a $1.490 (Precio Mínimo es $1.270 + IVA = $1.511)», se lee en uno de los correos electrónicos intercambiados entre los ejecutivos de los proveedores y sus similares de los supermercados. Y el correo continúa «la razón por la cual te pido es para lograr tranquilidad en el mercado y evitar que las propias cadenas entren en una guerra de precio que sólo provocará mermar sus ganancias”.
Hasta hace unos días el escándalo provocado por la llamada «colusión del papel confort» aún indignaba al país. Hoy una nueva irregularidad, que esquilma los ingresos de todos los chilenos, redobla la irritación y convoca a que los ciudadanos no solo nos indignemos sino que nos dispongamos a generar las transformaciones que el país necesita con urgencia.
La Fiscalía Nacional Económica denunció que, al menos durante los últimos cuatro años, las cadenas de supermercados se coludieron con el objetivo de «fijar, a través de sus proveedores, un precio mínimo de venta de la carne de pollo fresca». Mediante el acuerdo de precios el interés de los empresarios es no “mermar sus ganancias”, es decir incrementar sus utilidades al máximo a costa de la mayoría de los chilenos. Así ocurrió con las farmacias, con los productores de pollos, las empresas productoras de papel confort, y ocurre ahora con los supermercados.
Las cadenas de supermercados involucradas representan a las marcas Jumbo y Santa Isabel (Cencosud); Unimarc, Bigger, Mayorista 10, Maxi Ahorro, Alvi, Dipac y Comer (SMU); Hipermercado Lider, Lider Express, SuperBodega aCuenta y Ekono, (Walmart). Es decir prácticamente todos.
La Fiscalía Nacional Económica, considerando «la gravedad de la conducta acusada, la sensibilidad del mercado involucrado y los beneficios económicos obtenidos» por las empresas solicitó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia multas por 22,9 millones de dólares (unos 16.300 millones de pesos) contra cada una. La gravedad se multiplica en este caso dado que la colusión operó sobre otra colusión, la de los productores de pollos.
El año 2011, la Fiscalía Nacional Económica, FNE, había denunciado a los productores de pollos: Agrosuper, Ariztía, Don Pollo y la Asociación de Productores Avícolas (APA), de coludirse entre 1994 y 2010 para limitar la producción y distribuirse cuotas de mercado, elevando así los precios. La actual colusión de los supermercados se habría iniciado el 2008, operando sobre la existencia de una colusión. Había un precio elevado y sobre ese precio se establece uno mayor.
Un verdadero robo
Enero 2016