Comentario Aníbal Ricci
La venganza, en términos simples, es una suerte de justicia fuera del marco de la ley, de carácter más injurioso (contra el victimario) que reparador a los daños ocasionados en la víctima. Los acontecimientos narrados en la película calzan con esta definición, en los resultados, no así en su origen. El protagonista, un padre de familia, no busca matar para saciar su ira, simplemente se trata de un ser humano que toma una decisión radical para salvar a su familia. No se trata de un ser violento, sino que las circunstancias lo llevan a cometer ese acto definitivo. Las circunstancias son la desprotección policial y las deficiencias de un sistema judicial empantanado en procesos administrativos. Nuevamente, este director chileno filma desde el margen, desde la soledad del ciudadano que se encuentra desprotegido, en este caso de los delincuentes, sujetos que ante lo irrisorio de las sanciones penales se convierten en reincidentes y aprenden a abusar de las leyes. En “Huacho” (2009) ese margen era el campo, aquí es el mundo poblacional. Un mundo donde la justicia no alcanza para todos sus habitantes. El cine de Fernández Almendras es reflexivo, toma distancia de las acciones, y deja tiempo al espectador para madurar las interrogantes. Uno abandona la sala meditando, quizás queriendo solucionar esa realidad injusta. No sobran escenas, tampoco se abusa del movimiento de cámaras. En general son planos fijos, muy significantes, y paisajes que se mueven detrás de la ventana de un bus. El personaje piensa, sabe muy bien las consecuencias, pero no tiene salida.
Si bien el guion de «Huacho», de Alejandro Fernández Almendras, es una lucidísima crítica al capitalismo imperante en Chile; «Matar a un hombre» tiene otro mérito: desnudar los vicios del sistema judicial garantista que se introdujo en el país con la reforma procesal penal, un andamiaje de procedimientos burocráticos que entrampan todo el sistema. Por ejemplo (de la vida real): Enrique, hijo de María Parancán, que operaba como guardia de una farmacia, fue agredido con múltiples heridas de cuchillo y luego de meses en el hospital, quedó él sentenciado a dos años de prisión (el agresor quedó en libertad) debido a que defendió su vida y le produjo daños al delincuente por golpes en el cráneo (tal como dice Bombo Fica). Al igual que en la película de Fernández Almendras, el delincuente (mientras Enrique estaba en la cárcel) empezó a acosar a su madre y hermanas, y cuando Enrique fue liberado luego de los dos años, el agresor (hijo de un narcotraficante de Puente Alto) volvió a agredirlo con pistola y afortunadamente no dio en el blanco. El fiscal sólo determinó una prohibición de acercamiento. La película no sólo aborda el tema policial y judicial, es mucho más profunda e indaga en las dificultades, no sólo morales sino materiales, en que incurriría una persona para deshacerse de un cuerpo. Gran película chilena.
Ficha Técnica
Título original Matar a un hombre
Año 2014
Duración 82 min.
País Chile
Director Alejandro Fernández Almendras
Guión Alejandro Fernández Almendras
Música Pablo Vergara
Fotografía Inti Briones
Reparto Daniel Candia, Daniel Antivilo, Alejandra Yáñez, Ariel Mateluna