Bitácora 20 (30/08/2020):
La pandemia amenaza con un retroceso de casi dos décadas en el desarrollo social de la región. La recesión causada por la pandemia, la mayor de la que hay registros, es el colofón a un lustro de bajo crecimiento y desacoplamiento de la senda del resto de países emergentes.
El Covid-19 ha causado estragos en América Latina, tanto desde el punto de vista sanitario como económico y social. Con 6,5 millones de casos diagnosticados (y cinco de sus países entre los diez con niveles más altos del mundo), una caída del PIB proyectada en más del 9% para 2020 y más de 160 millones de niños y jóvenes afectados por el cierre de escuelas y universidades, la región se encuentra entre las más golpeadas en múltiples frentes simultáneos. Es indudable que todos estos shocks negativos se traducirán en un aumento de la desigualdad y una vuelta a los niveles de pobreza de fines del siglo pasado.
Uno de los impactos más inmediatos y cuantificables en la región será la pérdida de millones de empleos. Si analizamos el caso chileno, estas serán las cifras más agudas en cuanto a desempleo, en cuanto a reducción de la masa de trabajadores ocupados y en cuanto a personas que están suspendidas, que hemos tenido en toda la historia de nuestro país.
Según las estadísticas del INE, se evidencia una caída anual de 20,6% en la ocupación, lo que llevó a estimar que en un año se han perdido 1,8 millones de puestos de trabajo, confirmando a la construcción, el turismo y el comercio como los sectores más afectados. Lo anterior, producto de la llegada de la pandemia y de las medidas de confinamiento que se han decretado a lo largo del territorio.
Según señaló Sandra Quijada, directora nacional del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, «la fuerza de trabajo de los inactivos potencialmente activos es una población que nos importa mucho, porque son aquellas personas que puedan trabajar, pero en este minuto no están buscando trabajo.” Se estima que son 2 millones estas personas inactivas.
Por otro lado, siguiendo con los datos del INE, los ocupados ausentes -entre los que se encuentran los acogidos a la Ley de Protección al Empleo- anotaron entre mayo y julio un aumento de 130%, equivalente a unas 700 mil personas.
En ese sentido, la ministra del trabajo, María José Zaldívar recalcó la importancia de «seguir avanzando en las políticas públicas que nos permitan una reactivación en materia laboral», a la vez, subrayó el plan «paso a paso laboral, que es fundamental. Nosotros necesitamos que la mayor cantidad de empresas que hoy se encuentran suspendidas, puedan ir poco a poco reactivando, tomando todas las medidas sanitarias para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores».
Estos alarmantes datos hacen que seas imprescindible una robusta acción del Gobierno para mantener los empleos acogidos a la Ley de protección del Empleo y poder compensar en parte la gran destrucción de puestos de trabajo que se ha originado durante la pandemia.
El Gobierno ha anunciado un plan de subsidios equivalente a 2.500 millones de dólares para fomentar la creación de nuevos empleos, junto a un plan de ejecución de obras públicas de una magnitud de 34.000 millones de dólares. Ambos deben ser aprobados por el Congreso y es de esperar que sean despachados con mayor celeridad que el Ingreso Familiar de Emergencia. Hasta el momento el Congreso sólo ha dado curso a modificaciones tributarias que favorecen principalmente a las Pymes.
En cuanto al asunto sanitario, el período de “leve mejoría” ha decantado en un escenario de franco estancamiento. Las cifras del último informe iCOVID (Re levemente superior a 1) son un llamado al Ministerio de Salud a no bajar los brazos y a continuar con la actual estrategia de trazabilidad.
Durante la última semana del 30 de agosto, las cifras de contagios en Chile se han mantenido constantes en 1.750 contagios diarios, cifra que continúa siendo elevada, aunque baja en relación al vecindario latinoamericano. La positividad sobre test PCR ha disminuido hasta el 6% a nivel nacional, siendo el porcentaje de un 5% para la Región Metropolitana.
En la capital, el número de contagios activos alcanza los 4.700 casos, que constituye el 30% de los casos activos a nivel nacional (16.200). Dichos casos activos se han mantenido constantes en la última semana, principalmente debido a que los contagios de las comunas del sector sur permanecen sin cambios (La Pintana, La Florida, San Bernardo y Maipú). Hay que consignar que Maipú (330 casos activos), San Bernardo (230 casos activos) y Puente Alto (480 casos activos) todavía presentan una cantidad de contagios significativa, aunque resulta especialmente notoria la baja de contagios activos de la comuna de Puente Alto (disminuyó 150 el número de activos). Lo anterior denota un escenario de latencia, luego de 16 semanas de confinamiento de la Región Metropolitana, que se traducen en una cifra de fallecimientos que ha rondado los 55 muertos diarios durante las últimas tres semanas (392 decesos en la última).
La estrategia de test masivos de PCR, unida a una trazabilidad que supera el 80% de los nuevos contagios diarios, todavía no es suficiente para disminuir el número de fallecimientos diarios en torno a los niveles de fines de abril. Es de esperar que la llegada de la primavera, en el mes de septiembre, traiga consigo una mejor ventilación de los hogares y un descenso significativo de los decesos.
La situación hospitalaria se ha ido normalizando. A nivel nacional, se encuentran utilizadas 960 camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que corresponden a una ocupación del 74%, no presentando un descenso importante dentro de las últimas semanas. Además, se contabilizaron 140 enfermos en estado crítico (disminución no muy significativa de 45 personas en las últimas dos semanas).
A nivel mundial, el crecimiento del número de contagios de Covid-19 continúa en aumento, alcanzando los 25 millones de contagios 1,5 millones en la última semana). El número de fallecidos, por otra parte, alcanzó los 844.000, esto es, 38.000 adicionales respecto a la semana anterior, lo que indica que el número de fallecidos a nivel global sigue una curva ascendente durante la última semana.
En Asia, el caso más preocupante es India, con 3,5 millones de contagios acumulados y 64.000 fallecimientos (7.000 más que la semana pasada). Su tasa diaria de contagios es actualmente de 70.000 casos y sus muertes bordean las 1.000 diarias.
En Europa, el número de contagios ha aumentado significativamente en la última semana, debido a la aparición de numerosos brotes en las principales ciudades. Tanto Italia (35.000 muertos), España (29.000 muertos), Francia (31.000 muertos) y Alemania (9.000 muertos) registran contagios por sobre los 1.000 casos diarios, niveles no observados desde mayo, cuando esos países procedieron al desconfinamiento. Tanto Francia como España ya superan los 5.000 contagios diarios, situación preocupante que hace temer una segunda ola de contagios en el continente europeo.
En Estados Unidos han fallecido 183.000 personas (6.000 en la última semana), registrando una curva creciente en las cifras. Muy probablemente empeorará la situación dado el continuo aumento de contagios por sobre los 40.000 casos diarios.
Brasil alcanza los 120.000 decesos (6.000 en la última semana). Presenta el mayor número de fallecidos en Latinoamérica, seguido por México con 64.000 (4.000 en la última semana), Perú con 29.000 y Colombia con 19.000.
El número de contagios a nivel mundial sigue aumentando, a un ritmo mayor en India, Irán, Sudáfrica, Estados Unidos, México, Brasil, Perú y Colombia, donde se han detectado aumentos significativos en las últimas semanas.
Agosto 30 de 2020