Comentario Anibal Ricci
Película que trabaja en dos niveles, la del escritor Herman Melville buscando la historia que lo redima de su vocación, y por otro lado, los hechos verdaderos que inspiraron la novela «Moby Dick» (1851). Hay un paralelismo entre la epopeya de Melville y las dificultades que abordó el Essex, ballenero que en 1820 se embarcó en la empresa temeraria de cazar ballenas para obtener el aceite que permitiría iluminar las ciudades de Nueva Inglaterra. Es una empresa heroica, a la vez que un negocio ambicioso para los banqueros. Recuerda al periplo de Ulises para volver a Ítaca, pero a la película le falta corazón (no reivindica al título) a pesar de ofrecernos imágenes bellísimas y un sonido y banda sonora sobresalientes. Es un relato de sobrevivencia y regreso aciago, al contrario del regreso triunfal del «Apollo 13» (1995) del propio Ron Howard. Si a esta última le sobraba tensión, esta nueva incursión resulta algo previsible y quizás demasiado formal en su puesta en escena. Se nos viene a la mente la fabulosa «Capitán de Mar y Guerra» (2003) de Peter Weir, donde se lucen las actuaciones y el ritmo narrativo a diferencia de lo que ocurre con esta cinta. El elenco es apropiado, pero Howard (esta vez) no logra el lucimiento de los actores. Los efectos visuales son increíbles y, junto al lenguaje náutico, nos sitúan como espectadores privilegiados de una empresa que desde un comienzo estuvo destinada al fracaso. La rivalidad entre los dos protagonistas, el primer oficial y el capitán, de distinta cuna, se desdibuja tan rápido que contribuye a emparentar la película a otras muchas de naufragios.
IN THE HEART OF THE SEA (2015)
Dirigida por Ron Howard