HABLANDO DE TEMAS RELIGIOSOS

Carlos Romeo, desde La Habana

Mañana 12 de febrero del 2016 se encontrarán para conversar en el aeropuerto José Martí de La Habana, el Papa Francisco, máxima autoridad del cristianismo católico, con Kirill, el Patriarca de Moscú, a su vez también la máxima autoridad religiosa cristiana de toda Rusia. Para quienes han tenido una educación convencional en el contexto de la cultura europea, lo que nos engloba también a nosotros los latinoamericanos, la historia universal aprendida esta desgraciadamente salpicada de guerras sostenidas por los hombres por razones religiosas, haya sido está verdaderamente la causa u otra. Personalmente recuerdo las Cruzadas cristianas justificadas por la voluntad de los cristianos de rescatar Jerusalén, la cuna del cristianismo, de manos de los “infieles” musulmanes, y también las guerras religiosas en Europa, esta vez entre cristianos divididos entre católicos y protestantes, por suerte todos ellos acontecimientos de un pasado ya remoto, pero como triste secuela de la condición humana , aun en plena vigencia en este caso en el Medio Oriente, como la guerra fraternal entre musulmanes chiitas y sunitas por una interpretación diferente de la historia de su propia y común religión musulmana.

Lo que mañana acontecerá en el aeropuerto de La Habana, es un paso gigantesco en materia de tolerancia religiosa, aunque conceptualmente ambas personalidades eclesiásticas compartan los mismos principios fundamentales de la fe que profesan. Este hecho, que parece tan razonable, desgraciadamente no lo es cuando se contempla lo que pasa entre los musulmanes, para no hablar de la intolerancia que caracterizo también a los cristianos con respecto a otras creencias religiosas, algunas únicamente variantes del tronco común cristiano y otras muy distantes como las que practicaban los habitantes autóctonos de América.
El Papa Francisco, argentino de origen y por tanto latinoamericano, volverá a ganarse el respeto y el afecto de los cubanos, cristianos o no, por su insistente actuar en su empeño de enfatizar la medula de la doctrina cristiana que subraya la igualdad en la vida social de todo homo sapiens, lo que también se puede definir como los derechos humanos básicos, inherentes y posibles en el siglo XXI, entre los cuales está también la libertad de practicar la religión que cada uno elija.

Después el Papa Francisco volara a México en donde lo esperan más de 120 millones de mexicanos, de origen autóctono, de origen europeo y mestizos, pero todos ellos católicos en su inmensa mayoría. Según se ha informado no contempla entrevistarse con los padres de los 43 jóvenes estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, pero el recuerdo de ese hecho brutal y barbárico no dejara de estar en el ambiente, como una presencia latente y silenciosa durante su permanencia en ese país.

11 de febrero del 2016