ESTO NO PUEDE SER…

Por Cristian Cottet

Un día de esos días que uno nunca sospecha que ocurrirá le di la mano a Pablito Milanés, luego lo fui a ver al Teatro Carlos Marx en compañía de un par de compañeros del partido y me senté contiguo a Yolanda. Debo aclarar que todo fue una casualidad, una de esas cosas que me suceden y luego no sé cómo explicar, lo cierto es que ese verano también conocí tres vecinos que tomaron santos en La Habana, fui a los trabajos voluntarios en el Campamento Sonrisa de la Victoria, hice guardia en un platanal acompañado de un fusil AKA 47, luego caminé solo por La Habana, me entrevistaron en la televisión local y leí unos poemas en la feria del libro. Todo esto sucedió cuando le di la mano a Pablito Milanés, hoy lo escucho y veo en Youtube mientras él aún canta en el Teatro Carlos Marx.

Si no fuera verdad, tendría que inventarlo, por ello no puedo asegurar que, en toda Bolivia, incluida en La Paz, los trabajadores que recogen las basuras domésticas, como en todas partes, van colgados de la zona trasera del camión que acumula la carga. Lo exclusivo aquí es que tanto estos trabajadores como los lustrabotas, ejercen su laburo cubriendo sus rostros con un pasamontaña, del mismo tipo que usamos de pequeños en las gélidas mañanas de invierno y primavera en Santiago de Chile. Es el mismo utensilio que oculta el rostro del Subcomandante Marcos, en verdad es todo el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional el que cubre su rostro con estos pasamontañas. Alguna vez el Subcomandante declaró que era todo México, que era todo el mundo marginado los que ocultan su rostro con estos protectores del frío.

Nosotros, militantes de la Resistencia a la dictadura militar, debíamos guardar ciertos recelos de identidad, propios del trabajo clandestino que desarrollamos. Así, las pocas veces que nos reuníamos distintas células de esta organización, también empleamos nombre falsos y pasamontañas como resguardo. En el Chile democrático aún se emplea este artilugio de invisibilidad, le llaman capucha y a los usuarios se les reconoce como “encapuchados” o estudiantes. Ocultar cualquier zona de los cuerpos, es también una acción política.

Por ejemplo, ser escorpión en el horóscopo es también una forma de estar en este planeta, imagínese un hombre de signo escorpión que camina sin saber si otro escorpión le mira le escucha o lo vigila también puede ser «una» escorpión la que le sigue que le busca, entonces aquella mujer y este hombre de signo escorpión descubren que otros son como ellos y que la doceava parte de la humanidad es escorpión… ¿qué importancia puede tener si en verdad no fue inscrito en los registros cuando correspondía?

El mismo hombre que camina resbala en una vereda húmeda mira en rededor y descubre que su condición y su mito le hacen repugnadle entonces se sienta en ese húmedo suelo y llora sin lágrimas pero está seguro que en una de estas esquinas se despidió con calma de aquella mujer que era capricornio y no entiende no entiende su condición y su diferencia, «todos los habitantes están determinado por un signo» piensa y vuelve a caminar, quiere olvidar pero no puede, sólo se le acerca el aire.