Por Carlos Romeo, desde La Habana
Créanlo, porque así sucedió, que tuve que pagar 5 pesos a un revendedor para hacerme de una copia del Proyecto de Constitución. De lo cual se deduce que, según la conocida ley económica de la oferta y de la demanda, pareciera que esta última supera a la oferta de ejemplares al precio oficial de 1 peso, lo cual indicaría objetivamente el alto interés de la ciudadanía por el tema.
Leo en los blogs cubanos, por una parte, que hay quienes expresan su deseo de que en el referido Proyecto se conserve el comunismo como objetivo estratégico del devenir de Cuba, y por otra quienes objetan que un único Partido Comunista sea el responsable de definir los objetivos a lograr por esta sociedad. Es en verdad, un tema de fondo el que se discute.
Todo lo cual hace que me ría de los comentarios publicados por El Nuevo Herald de Miami y por el periódico La Tercera de Chile, sobre la imposición por “el castrismo” a los cubanos de una Constitución que mantenga una dictadura impuesta por quienes, según dicen, han dirigido a Cuba durante 60 años y ahora sin Castros en el futuro.
A la Revolución Cubana, tal como dijo García Márquez al titular sus memorias, “Hay que vivirla para contarla”.
Otra vez vale recordar el proverbio árabe que dice “Los perros ladran y la caravana (en este caso la Revolución Cubana) sigue su marcha”.
3 de agostos del 2018