Por Aníbal Ricci
Un montaje muy interesante intercala imágenes bélicas con un recorrido por la vida de Alan Turing, matemático de Cambridge que tendría un papel clave durante la Segunda Guerra Mundial. Inmersa en un secretismo propio de una misión ultra clasificada, la película es más bien íntima al internarse en la mente del protagonista, un sujeto incapaz de relacionarse satisfactoriamente con los demás.
La narración se desarrolla en tres estadios temporales: época escolar, Segunda Guerra, y la detención de Turing en un cuartel policial. Pese a que gran parte de la cinta es una lucha contra el tiempo para vencer a los alemanes, con un ritmo trepidante se encarga de dar un vistazo a los escapes del protagonista, finalizando de manera emocionante en el callejón sin salida que se convierte la propia vida de Turing.
Encierra la paradoja del hombre oculto (al que nadie presta atención) resolviendo problemas que nadie puede resolver. Este hombre homosexual se dedica a resolver códigos matemáticos y va encriptando su propia vida para escapar del delito que constituye la sodomía en Inglaterra. Pierde a un amor de juventud que nunca le contó que padecía de tuberculosis y termina bautizando con el nombre de su amigo a la máquina que estaba construyendo. Un hombre solitario que se ganó paulatinamente el respeto de sus pares, particularmente de Joan Clarke con quien estuvo a punto de casarse para que no abandonara el proyecto. Concluida la guerra, Turing se recluye a vivir en solitario junto a la máquina que dotó de inteligencia.
Según Alan Turing, «las máquinas son diferentes (a los humanos) entonces piensan diferente». En mitad de la guerra creó una máquina que los científicos de la época llamaron «máquinas de Turing», precursoras de lo que hoy conocemos como computadoras. Dicha máquina descifró el código Enigma de los alemanes y cambió el curso de la guerra. Se estimó que ahorró dos años de conflicto y salvó a catorce millones de personas.
La reflexión que promueve la película es el respeto por la diferencia, dado que en esa diferencia puede ocultarse la genialidad del ser humano. El funcionamiento de la película requería de una actuación a la altura del guion y Benedict Cumberbatch no defrauda e interpreta sin pretensiones la complejidad del personaje.
FICHA TÉCNICA
Título original: The Imitation Game
Dirección: Morten Tyldum
Producción: Nora GrossmanIdo OstrowskyTeddy Schwarzman
Guión: Graham Moore
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Óscar Faura
País: Reino Unido/Estados Unidos
Año: 2014
Género: Drama
Duración: 113 minutos
Idioma: Inglés
Protagonistas: Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Matthew Goode, Mark Strong, Charles Dance.