Por Aníbal Ricci
Visionaria película de ciencia ficción, primera realización de este director neozelandés, que rompe los esquemas para narrar una historia desgarradora, pero ante todo entretenida.
Se trata de una ucronía que sucede en el presente, en el año 2010, veintiocho años después de que una nave extraterrestre quedó suspendida sobre la ciudad de Johannesburgo. Este relato alternativo privilegia el enfoque documental, para mostrarnos todas las aristas de lo despiadado del ser humano en una situación de poder frente al otro.
Los aliens son llamados langostinos y utilizados como una metáfora del ser (supuestamente) inferior al que podemos asesinar, descuartizar, diseccionar, quemar, matar a sus crías, un ser subhumano, tal como el hombre considera a algunos pueblos de su misma raza.
Estos langostinos se comen todo y se comportan como plaga, no tan distinto a nuestra especie, razón por la que los encierran en un campo de refugiados: Sector 9.
MNU es una multinacional, también fabricante de armas, que hace experimentos genéticos con los extraterrestres para hallar la forma de explotar su armamento.
Para los sudafricanos, los aliens son una molestia y los quieren erradicar hacia campamentos, idéntico comportamiento que se observa en las grandes urbes. No les importa que grupos de traficantes nigerianos ejerzan tráfico de armas a cambio de comida, e incluso les permiten la prostitución interracial.
El antihéroe, Wikus van de Merwe, es un ser humano con pocas luces y ambiciones, que cuando debe ayudar al extraterrestre llamado Christopher Johnson, se disculpa diciendo que “no sabía lo que hacían”, una especie de disculpa por la brutalidad humana.
Wikus es expuesto a un líquido alienígena que lo transforma en un langostino. De esa forma, se convierte en un secreto biotecnológico (que activa las armas extraterrestres) que vale cientos de miles de millones de dólares. El mestizo no tiene nada que perder y ayuda a Christopher Johnson y su hijo a activar la nave nodriza y huir, en tanto sirve de escudo para que los aliens escapen. Siente que la injusticia ahora es asunto suyo y provisto de un exoesqueleto extraterrestre, les hace frente a los mercenarios de la multinacional. Este es el punto donde surge la verdadera ciencia ficción. Quizás las imágenes nos recuerden a Iron Man, pero el contenido de esta cinta es apabullante. La multiplicidad de puntos de vista nos hace pensar en los otros, lo que harían ellos en nuestro lugar, si tenemos derecho a extinguir o subyugar otra vida humana o alienígena.
La película vuelve al tono documental y los entrevistados se muestran conmovidos por el destino de Wikus. “No sabemos dónde está”, nos hace recordar nuestra propia historia. El mestizo ya se convirtió en langostino y diseña una flor de metal para su ex esposa. Ya ni siquiera se puede comunicar con ella, es una especie de Gregorio Samsa, que incluso en ese estado, es capaz de sentir amor.
Ficha Técnica
Título original District 9
Año 2009
Duración 111 min.
País Sudáfrica
Dirección Neill Blomkamp
Guion Neill Blomkamp, Terri Tatchell
Música Clinton Shorter
Fotografía Trent Opaloch
Reparto Sharlto Copley, Jason Cope, David James, Vanessa
Haywood, Mandla Gaduka, Kenneth Nkosi, Eugene
Khumbanyiwa, Louis Minnaar, William Allen Young