CUBA ANTE DOS CAMINOS

Por Carlos Romeo

Hasta ahora todo parece indicar que en febrero próximo el Presidente de Cuba Raúl Castro se retira, al menos de esa función. Por primera vez es lo más probable que un personaje de autoridad política indiscutida no sea ya el Presidente de este país. Raúl ya cumplió este año 86 años y otros dirigentes de los que bajaron de las montañas y derrotaron a las fuerzas armadas regulares que sostenían el gobierno dictatorial de Batista -aquel acontecimiento histórico ya devenido mitológico para las nuevas generaciones- también ya son octogenarios o próximos a serlo. El tiempo transcurrido desde entonces está inevitablemente marcando el fin de una época y el comienzo de otra.

No se trata solamente de una cuestión de relevo generacional en la dirección de esta revolución que cumplirá 59 años el próximo 1 de enero del 2018 si no que de enfrentar una bifurcación del camino que ha seguido hasta ahora. Se le abren dos sendas. Una, la continuación de la seguida hasta aquí, puede definirse como el mantener las transformaciones que hasta ahora se han conseguido y obtener nuevos logros adicionales. La otra también se expresa como continuidad del socialismo, pero con cambios. Nadie pide en Cuba, al menos abiertamente, descontinuar el socialismo. Ese planteamiento solo se escucha entre los ultra contrarrevolucionarios que habitan en Miami y ciertos políticos norteamericanos de origen étnico cubano.

Las publicaciones electrónicas, las páginas web llamadas blog han venido a sustituir las impresas que, como es bien sabido, son oficiales ya sea del Gobierno o del Partido Comunistas. La revolución acaecida en las comunicaciones ha roto cualquier intento de controlar lo que se escribe y se publica y coexisten varios blog que expresan distintas orientaciones del pensamiento político, ideológico y filosófico en la Cuba actual. A los que pueden agruparse en la tendencia de socialismo pero con cambios, quienes son de la otra, la de mantener lo logrado y demandar más, los llaman “centristas”, una manera de denominar un criterio que demanda soluciones pragmáticas, vengan de donde vengan con tal de resolver los problemas del socialismo actual. Un ejemplo es el blog CUBAPOSIBLE, en el cual escriben intelectuales que viven en Cuba y otros de fuera, incluyendo algunos en los propios Estados Unidos. Ejemplo de la otra tendencia son CUBADEBATE y CUBASPOST. Y también existe el blog de Silvio Rodríguez, SEGUNDA CITA, el cantautor, abierto a todo aquel que tenga honestamente algo inteligente que decir.

No obstante, hay algo que pueden notar quienes, como yo, hemos vivido y participado en la Revolución Cubana desde que llegó al poder y es la ausencia en estas publicaciones y por tanto en los debates, de opiniones de altos funcionarios del Partido Comunista y del Gobierno Revolucionario como era lo habitual durante los primeros años en que discutíamos cómo queríamos hacer el socialismo en Cuba y la revolución en la América Latina, en aquellos días en revistas impresas como Cuba Socialista, órgano del Partido, Nuestra Industria, del Ministerio de Industrias cuando lo dirigía el Che, Comercio Exterior del Ministerio del Mismo nombre, y otras. Los blogs resuenan con opiniones de intelectuales de tendencias y opiniones diversas, y nada más. Ya no hay la opinión oficial y supuestamente final al más puro estilo del “socialismo real” ya fenecido, lo cual es sin lugar expresión de que el proceso cubano ha llegado a un momento en que la diversidad de opiniones pasa a ser una constante. Tampoco habrá la “opinión final” de un líder indiscutido como fue el caso algunas veces, toda vez que Cuba está por entrar en una etapa sin ese personaje que manejaba el timón del proceso con la plena confianza de todos los que viajaban en el barco de la Revolución.

La Habana, 28 de agosto del 2017