Comentario de Aníbal Ricci
Un joven de veinte años surca el desierto a bordo de su Jeep. Conduce más allá del límite legal y en medio del desierto pasa desapercibido a esa velocidad que no parece perturbar el aire seco, sin vegetación, que hace imposible determinar si Sebastián está detenido o si viaja a velocidades astronómicas. Nuestro improbable héroe viste calzado militar, pantalón negro y una polera de black metal nórdico. Se detiene en las coordenadas acordadas y desciende hacia el centro del planeta en búsqueda del futuro. Su viaje empezó tiempo atrás en medio de un concierto de rock, donde fue rescatado por una agente ucraniana que lo salvó de una muerte segura. Es una travesía al interior del mundo de espías que luchan por preservar un secreto ultra clasificado. Un recorrido por la historia del conocimiento, desde las leyes de Newton a las innovadoras teorías de física cuántica (Planck) y de relatividad (Einstein). Un recorrido por los descubrimientos científicos que nos han permitido explorar el universo y que César Pedreros introduce de manera didáctica en la voz del Doctor Arriagada, explicándole a Sebastián (representante de la juventud) el futuro papel que tendrá en el proyecto de modificación orbital de la Tierra. Nuestro héroe es comparable a la chica hacker de Millenium (Stieg Larsson), un ser humano con escasas habilidades sociales y de apariencia temerosa que puede pasar desapercibido para el resto del mundo. Pero a pesar del envoltorio de novela de espías, que nos lleva a tiempos de la guerra fría, el autor nos sumerge en temas trascendentales para la evolución de la humanidad, no sólo en el ámbito tecnológico sino también en el ámbito evolutivo de la mente humana. Nos habla de la transmisión del pensamiento como una energía capaz de mover cuerpos celestes. Quizás esa evolución permita viajar en el tiempo o colonizar otros planetas. César Pedreros nos planta esa idea como lo hiciera Christopher Nolan en su película Interstellar. Esta novela tiene mucho de cinematográfico, una mixtura entre los saltos temporales de Terminator (James Cameron) y las correrías de Jason Bourne por distintas localidades geográficas. Sin embargo, el autor describe con pasión los parajes del desierto de Atacama, que semejan las escamas de un dragón y que nos invitan a observar el firmamento desde una dimensión al margen y en el centro del universo. El lector avezado no sólo advertirá excelentes secuencias de acción sino aquella dimensión que nos hace humanos, con sentidos que nos posibilitan apreciar una pieza musical o una cena sublime. Breathe de Pink Floyd nos da una pista: “Excaba tu agujero, olvida el sol y cuando al fin el trabajo esté hecho, no te sientes, es hora de excavar otro”. Posible interpretación del Mito de Sísifo (Albert Camus), la invitación que nos hace César Pedreros a luchar por este Jardín del Edén que es nuestro planeta y perpetuar nuestro legado (la cultura terrestre) más allá de la tecnología actual y a velocidades diferentes a nuestra percepción del espacio-tiempo.
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EL PLAN KORYKANSKY
César A. Pedreros
383 páginas
El autor nació en María Elena, comuna de la Segunda Región. Médico de profesión, especialista en UCI, actualmente radica en Santiago. Su fascinación por el desierto lo llevó a escribir esta primera novela que tiene como centro los parajes de Atacama y a su vez constituye una travesía para el viajero que desee escudriñar en los secretos del desierto chileno.