Por Carlos Romeo
Esta mañana habló Raúl Castro durante dos horas y media, (record personal), al inaugurar el Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba, y aunque es nada más que el inicio del certamen, ciertas cosas que dijo pueden ser consideradas como anticipo de lo que será aprobado durante el Congreso
Ya existe y seguirá existiendo en Cuba el sector privado de su economía, constituido por artesanos, cooperativas, pequeñas y medianas empresas privadas, conjuntamente con empresas de capital extranjero. Los empresarios cubanos podrán llegar a ser ricos, pero no muy ricos, toda vez que habrá un límite al respecto. Pero los medios fundamentales de producción y los recursos naturales seguirán siendo estatales, en el sentido de propiedad de todo el pueblo. No habrá privatizaciones.
En la economía cubana regirán precios y relaciones mercantiles entre sus empresas y con los consumidores, al mismo tiempo que habrá planificación económica nacional. Habrá que aprender a conjugar ambos procedimientos de asignación de los recursos sociales.
Las inversiones extranjeras son y serán bienvenidas, hasta ahora en las actividades a las cuales están invitadas a participar.
Más tarde o más temprano regirá una sola unidad monetaria en Cuba, pero en el proceso no se tocarán ni con el pétalo de una rosa las cuentas bancarias de los cubanos, sean estas en pesos convertibles o no convertibles.
Los sistemas de salud pública, de la educación y de la protección social, se mantienen y se mejoraran. No habrá “tratamientos de shock”.
En cuanto a la conceptualización del modelo económico a implantar en Cuba, bueno, el asunto es muy complicado para tomar ahora una decisión al respecto y, por tanto, lo que se hará durante el Congreso es preparar un proyecto a ser discutido por comunistas, jóvenes comunistas y personeros de la sociedad civil, para ser posteriormente presentado a una reunión especial del Partido para tomar una decisión. Raúl hizo énfasis al respecto, de que cuando se toman decisiones, hay que ser capaz de prever las consecuencias. Dicho en otras palabras, no es fácil “inventar” un modelo económico socialista para un pequeño país en el mundo actual y por venir.
Hasta ahora, me parece que, con lo ya dicho por Raúl, tal como lo he entendido, es suficiente para concluir que los resultados del Congreso serán históricos, y en particular para mí, lo serán porque los comunistas cubanos se han liberado de ataduras intelectuales con un pasado ya muerto que no volverá, para enfrentar un nuevo mundo muy diferente del que existía cuando iniciaron su proceso revolucionario.
La Habana, abril del 2016