El Banco Central publicó su Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio, con un incremento promedio en el segundo trimestre de 17,4% en comparación a igual lapso de 2020, aumento que alcanzó en el sexto mes del año el récord histórico de 20,1% El ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, comentó: “Es verdad que junio de 2020 fue muy malo para la economía que cayó cerca de 13%, Sin embargo -añadió-, un 20% va mucho más allá de un efecto rebote, estamos logrando la recuperación de la economía”.Un aporte sustancial para el “más allá” ministerial lo constituyen los retiros de los 10% del fondo de pensiones a los cuales el Gobierno se opuso reiteradamente.
Otro monto importante lo constituyen las transferencias fiscales. Ellas llegaron con los mínimos comunes a un nivel elevado. No se puede olvidar, sin embargo, que estas ayudas comenzaron entregándose a través de escuálidos $65.000. Que después se buscó construir un acuerdo con la oposición, en el período de Ignacio Briones como ministro de Hacienda, en que se la subió a $100.000, muy lejos de la línea de pobreza. Más concretamente, durante un largo lapso fue marcadamente insuficiente. Por tanto, estos hechos no se condicen con la afirmación ministerial de “estamos logrando” la recuperación de la economía, cuando se ha estado en contra o se proporcionó durante mucho tiempo recursos muy por debajo de los requeridos.
Desde luego, que en parte el alto incremento es consecuencia de la baja base de comparación, del rebote. Los mismos meses de 2020 constituyeron el momento más agudo de la recesión originada en la pandemia y las medidas de políticas públicas adoptadas para enfrentarla. A ello deben añadirse otros factores que condujeron al incremento bastante superior al elevado descenso experimentado el año anterior y que llevan a Chile q ubicarse entre aquellos países que en el mundo ya recuperaron niveles del producto superiores a los de la prepandemia, eso sí con heridas de gran profundidad, entre las cuales destaca la drástica reducción de puestos laborales, con una composición de género aún más regresiva.
La Encuesta de Empleo del INE muestra que los ocupados alcanzaron en el segundo trimestre a 8.041.000 personas, cifra inferior en 1.022.000 empleos a los existentes antes de la pandemia, creciendo escasamente en 0,1% con relación a los tres meses anteriores, de manera que la tasa de empleo se mantuvo en 50,6% en relación a la población en edad de trabajar. Se cerró el trimestre con un cuadro de estancamiento en el mercado laboral. La Encuesta señala que quienes recuperaron trabajo la encabezan en un 35,1% personas en actividades por cuenta propia y un 17,4% de asalariados informales. Un porcentaje muy elevado de quienes no han vuelto al mercado son mujeres.
Actúan para lograr el crecimiento del PIB de junio factores externos, como una recuperación global superior a la violenta caída experimentada, aunque profundamente desigual entre países, con aplicación de políticas anticíclicas fiscales y monetarias sin precedentes. La evolución del comercio exterior chileno también contribuyó, en un porcentaje mucho más reducido en relación a los ejemplos señalados, en el incremento del producto. Ello se produce cuando el saldo de la balanza comercial es positivo, incidiendo en ello la existencia de términos de intercambio favorables. A junio, la balanza comercial del país experimentó un superávit de US$5.975,6 millones, con fuertes crecimientos tanto de las exportaciones, que alcanzaron a US$51.906,9, en lo cual incide poderosamente la alta cotización del cobre, y las importaciones que llegaron a US$45.931,3 millones.
Internamente igualmente están presentes hechos que contribuyeron al alto crecimiento. Fundamental en ello ha sido el aumento del comercio, que lo hizo en 46,4% en relación al mismo mes del año anterior. “Este resultado – constató el Imacec. – se vio incidido por las medidas de apoyo a los hogares y los retiros parciales de los fondos previsionales”. Las medidas de apoyo a los hogares, como el Ingreso Familiar de Emergencia, y las efectuadas a empresas hicieron aumentar notoriamente el gasto público. En el primer semestre del año, constató el Informe de Ejecución Presupuestaria, de la Dirección de Presupuestos, su incremento fue el más grande de la historia, alcanzando a un 26,9% real, con relación a los mismos meses de 2020. El gasto corriente lo hizo en 29,1%, principalmente en el ítem de Subsidios y Donaciones, que explicó el 48% de todo el gasto público del período, con un incremento anualizado de 63%.
Los ingresos fiscales igualmente aumentaron en 30,6% con relación al bajo nivel del primer semestre de 2010. La mayor actividad económica, particularmente comercial condujo a un alza de la recaudación del IVA, el gravamen más regresivo, de 38,5%. ” El alza en la recaudación por IVA – señaló el informe de la Dipres – (fue) debido al mayor dinamismo del consumo privado sostenido, en parte, por los programas de ayuda fiscal (…) junto con la mayor liquidez producto de los retiros de los fondos previsionales y, en menor medida, al reintegro del IVA postergado durante el año pasado (…)”. El IVA explicó el 49,9% de los ingresos totales del gobierno central. El aumento de la cotización promedio de la libra de cobre desde los US$2,49 durante el primer semestre de. 2020 a los US$4,19% de este año, explica en parte importante que los ingresos provenientes de Codelco creciesen en 211,8% y los de la gran minería privada en 167,2%.
El déficit fiscal se está financiando vía endeudamiento y en una proporción menor de los fondos soberanos existentes en el exterior. En el primer semestre se giraron US$4.750 millones del Fondo de Estabilización Económico y Social, cuyo nivel está muy bajo. En cambio, permanece en una suma elevada el Fondo de Reserva Previsional, al cual se le ha dado una baja utilización.
Influyó también positivamente la recuperación del sector de la construcción, que se expresó en el aumento de 21,8% en la agrupación “resto de bienes”. Durante el año hasta abril este sector descendía, comparado con iguales meses del año anterior, pero ya en mayo en doce meses aumentó en 7,5% y en junio un 13,2%, influido por la construcción.
Los servicios tuvieron en junio una importante expansión, con un incremento en cifras anualizadas de 17,8% y de 17,0 en el trimestre. En relación al mes anterior el alza fue de 2,3%. El crecimiento de junio destacó el instituto emisor, aportó nueve puntos porcentuales a la variación del PIB en doce meses.
Se trata de ritmos acentuados de aumentos logrados en casos importantes debidos a factores transitorios que desaparecerán. En el caso del comercio, la gerenta de Estudios de la Cámara Nacional del Comercio, Bernardita Silva, luego de proyectar una expansión anual en el sector entre 12% y 15%, señaló que tenderá a diluirse hacia 2022. ”Es de esperar que -por esta razón, manifestó- se evidencie una contracción del sector el próximo año. Por esto -subrayó- la importancia de enfocarnos en los planes de reactivación del empleo, que activen tanto la demanda como la oferta laboral”.
Una visión más clara de la evolución en el primer semestre de 2021 la proporciona el índice desestacionalizado, que compara con lo acontecido en el mes anterior., que a pesar del incremento en las restricciones por medidas sanitarias en junio creció 2,1%, luego de haberlo hecho en mayo un 2,5%, después de haber experimentado descensos en marzo y abril. El incremento promedio mensual desestacionalizado en enero-junio fue de algo más de 0,6%.
En concreto, al finalizar el primer semestre, el producto se colocó por primera vez sobre los niveles alcanzados en agosto y septiembre de 2019. Al tomarse como cien el promedio de actividad registrado el año 2013, usado como referencia en el de las cuentas nacionales, en junio se registró 116,49 puntos, apoyados en factores como los que hemos destacado, superando los niveles de 2019 alcanzados en agosto (114,6 puntos) y septiembre (114,23 puntos), que eran hasta ahora los más elevados obtenidos en la. economía nacional. Existiendo sectores, como los servicios y la minería que al finalizar el primer semestre se encontraban rezagados con relación a sus índices del tercer trimestre de 2019.
A la vez, la inflación se acelera. En Julio el IPC aumentó en 0,8% con relación al mes anterior y 4,5% en doce meses, por encima del techo que tiene como objetivo en variación de precios el Banco Central, que es de 4%, y de la estimación efectuada en su último IPoM que en diciembre llegaría al 4,4%. En esta aceleración influye. la devaluación experimentada por el peso, que aumenta los costos de los productos importados. El instituto emisor al adquirir US$40 millones diarios desde enero para aumentar sus reservas internacionales contribuyó al proceso devaluatorio cuando simultáneamente quiere que la inflación en doce meses esté en 3%. Entre las doce divisiones del INE destacaron las alzas en transporte y alimentos y bebidas no alcohólicas, de alto impacto sobre la población. La unidad de fomento, con el incremento de julio, superará el 3 de septiembre los $30.000.
El Informe de Percepción de los Negocios del Banco Central, confeccionado con las visiones de cien entrevistas efectuadas a fines de julio de administradores de empresas en todo el país y quinientas encuestas online validadas, constató un mejoramiento en los niveles de actividad, que muchas respuestas la vincularon al mejoramiento de la liquidez de los hogares y a la gradual reapertura de la economía después de los confinamientos de marzo y abril. Se reduce, de acuerdo a las respuestas la preocupación por la pandemia, en cambio crece por inquietudes políticas y el aumento de los costos de reposición y disponibilidad de insumos. En el mercado laboral persiste la no recuperación de los puestos de trabajo perdidos y al mismo tiempo las dificultades para cubrir en determinados tipos de trabajadores vacantes existentes.
Finalmente, el Índice de Perspectivas Económicas de julio, que publica mensualmente Adimark, si bien tiene una puntuación mejor a las anteriores completó tres años en zona de pesimismo, es decir durante la mayor parte de la segunda administración de Sebastián Piñera. Anotó 37,4 puntos, siendo cincuenta el nivel para ingresar a la zona de optimismo. La mejoría de cuatro puntos porcentuales lo explica por la disminución de los contagios del covid-19, la apertura en comercios y servicios, y los incrementos producidos en los ingresos debido a los apoyos fiscales y los retiros del 10%.
El Fondo Monetario Internacional, al finalizar julio y entregar la actualización de su Panorama Económico Mundial, mantuvo la proyección efectuada en abril de crecimiento en la economía global de 6%, la cual supera ampliamente la contracción de 3,2% registrada el 2020. Constatando eso si que se ampliará la brecha a producirse entre las economías avanzadas y muchos mercados emergentes y en desarrollo. El promedio de las economías avanzadas crecerá un 5,6%, habiendo caído en 4,6% el año anterior. Destacando los porcentajes de incremento a obtenerse de 7% por EEUU y el Reino Unido, con la diferencia significativa que la mayor economía mundial lo hace después de contraerse un 3,5% y el país europeo de experimentar en descenso de un 9,8%, por tanto, estará lejos de recuperar la reducción registrada durante la crisis.
Para los mercados emergentes y las economías en desarrollo, el FMI proyecta un crecimiento promedio en el año de 6,3%. En ello influye poderosamente China, con una expansión de 8,1%, después de haber sido la única gran economía con cifras azules en 2020 (2,3%), e India, aunque le redujo en tres puntos porcentuales el aumento de abril, desde 12,5% a 9,5%, seguramente por los fuertes impactos experimentados por la pandemia. Para América Latina únicamente entregó estimaciones para sus dos países más grandes, Brasil y México. con aumentos respectivamente en el año de 5,3% y 6,2%, pero siendo el de la mayor economía sudamericana un incremento superior al registro negativo de 2020, en cambio México el año pasado había caído 8,3%. Para el registro general de América Latina estimó un aumento el 2021 de 5,8%, superior en un punto al proyectado en abril.
El incremento de la brecha entre los países avanzados y muchas economías emergentes y en desarrollo, el FMI lo explica a partir de los niveles de evolución de la pandemia. “El acceso a las vacunas – subrayó – se ha convertido en la principal línea que divide a la recuperación global en dos bloques”. Agregando que se produce entre “aquellos que pueden esperar una mayor normalización de la actividad a finales de este año (casi todas las economías avanzadas) y aquellas que aún enfrentarán un resurgimiento en las infecciones y aumento de muerte por COVID”. Añadiendo que al momento de entregarse el informe cerca de un 40% de la población de las economías avanzadas estaba completamente vacunada en comparación al 11% de los mercados emergentes y el 1% de los países de bajos ingresos.
En relación a la polémica existente sobre le evolución de la inflación en curso si es o no un hecho transitorio, como sostiene la Reserva Federal de EEUU, el informe partió por constatar que varios bancos centrales (Brasil, Hungría, México, Rusia y Turquía) ya subieron sus tasas de interés para tratar de frenar las presiones al alza. Gita Gopinath, economista jefa del FMI, sostuvo que “una fracción significativa de la lectura de la inflación anormalmente alta es transitoria, como resultado de sectores afectados por la pandemia” añadiendo que las expectativas de inflación a largo plazo “siguen acotadas”. En cuanto al empleo la economista constató que las tasas globales continuarán “muy por debajo de los niveles prepandémicos en la mayoría de los países. A medida que mejoren las métricas de Salud, añadió, “se espera que las dificultades de contratación en ciertos sectores disminuyan”.
Por su parte, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de EEUU, en su reunión de política monetaria realizada a fines de julio, reiteró una vez más que antes de retirar sus estímulos monetarios debe producirse una recuperación económica más consolidada. Mientras ello no tenga lugar mantendrá su tasa de interés de 0%-0,25%, establecida en marzo de 2020 en plena recesión, y la compra mensual de activos financieros por a lo menos US$120.000 millones. “Los sectores más afectados por la pandemia- señaló el comunicado- han mejorado, pero no se han recuperado por completo”.
El presidente de la FED, Jerome Powell, en conferencia de prensa después de efectuada la reunión, insistió en que aún no se observa un “progreso sustancial” para levantar las medidas. “Deseo ver -añadió- alguno de los números más fuertes de empleo”. En julio la tasa de desempleo de EEUU fue de 5,4%, un punto por encima de marzo 2020. Con la crisis se destruyeron 22 millones de puestos de trabajo. Aún quedan por recuperarse 5,7 millones. En ese mes contribuyó a la reducción la reanudación de actividades educacionales y comerciales. Hay disminución en la fuerza de trabajo en relación con la cual se calcula la tasa de desempleo.
La cifra de crecimiento de EEUU en el segundo trimestre, dadas a conocer por el Departamento de Comercio, fueron inferiores a lo esperado, mostrando eso sí que la recuperación económica alcanzó el nivel prepandemia. El aumento fue de 6,5% en cifra anualizada, solo dos décimas superiores al primer trimestre. Por tanto, el PIB semestral creció un 6,4%. El principal factor de incremento de la demanda interna lo constituyó el consumo personal, su componente cuantitativamente mayor ya que explica un 69% del total, al crecer un 11,8%. Pero, hubo otros factores que causaron preocupación, la caída de un 5% experimentada por el gasto del gobierno federal, que tiene un efecto multiplicador y el menor incremento de las importaciones que expresa una relación directa con el nivel de la demanda interna.
El economista jefe para EEUU de Capital Economics, Paul Ashworth, comentó al conocer las cifras el segundo trimestre que se registraron factores que hacen prever una desaceleración en el segundo semestre. El primero de ellos, la disminución del estímulo fiscal, el segundo el incremento de los precios que disminuye el poder adquisitivo de la población, luego el crecimiento de la variante Delta, y una tasa de ahorro inferior a lo previsto. Todo ello le llevó a estimar que en el segundo semestre la economía crecería solo 3,5%, muy lejos de las proyecciones del FMI y la Reserva Federal.
Por su parte, la Unión Europea después de dos trimestres consecutivos de caídas en cifras desestacionalizadas, su producto aumentó en abril-junio en 1,9% y 13,2% si se compara con la recesión experimentada en los mismos meses de 2020. La Eurozona lo hizo en 2% y 13,7%. Alemania la mayor economía regional, que descendió en 1,8% en el primer trimestre, en el segundo se recuperó en 1,5%. “El crecimiento -declaró Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la Unión Europea- ha sido más grande que lo esperado. La recuperación europea -subrayó- está de vuelta”. La brecha de actividad de Europa aún es muy amplia, a diferencia de China donde se cerró en el primer trimestre y de EEUU que lo hizo en el segundo.
En cambio, “Asía está emergiendo -constató The Wall Street Journal- como un débil eslabón en una recuperación económica global (…), puesto que las nuevas restricciones por la pandemia constriñen la manufactura en algunos países, y las exportaciones (…) en China muestran signos de desaceleración”. La variante Delta está acrecentando los niveles de contagio. Se reduce la producción fabril en el sudeste asiático, Indonesia y Malasia están entre los más afectados, según IHS Markit. En China, los indicadores de administradoras de compras de manufacturas se contrajeron a los niveles más reducidos en más de un año, señal de que tanto la demanda interna como la externa disminuyen. La variante Delta se ha manifestado en más de 26 ciudades, tomándose en ellas medidas restrictivas de actividades.
Hugo Fazio
Agosto 2021