La Ley Reservada del Cobre, tiene como objetivo financiar el gasto militar en equipamiento, vestuario, pertrechos, infraestructura, material bélico, reparaciones y armamento. Las Fuerzas Armadas no rinden cuenta de los gastos. Es no están sometidos a control o fiscalización externa o civil alguna.
El carácter de reservado permitió que desde un tiempo hasta esta parte los recursos provenientes de la principal riqueza del país se desviaran para finalidades personales: fiestas, vacaciones, enriquecimiento personal ilícito. Esto sin debatir la enorme cantidad de recursos destinados al gasto militar y que bien podrían destinarse a otros fines sociales, habida cuenta que Chile no enfrenta un conflicto bélico, por lo menos hace más de cien años.
La investigación de lo ocurrido en el Ejército amenaza con extenderse a las otras ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden. Los ilícitos hasta ahora son evidentes. En la justicia militar ya hay procesados, algunos de ellos cumpliendo prisión preventiva y dos generales pasaron a retiro hace algunas semanas, uno de ellos recién ascendido al alto mando y que no alcanzó a asumir en plenitud.
Los mecanismos fraudulentos utilizados son idénticos a los que utilizaron miembros de la elite política o sus cercanos en su relación incestuosa con Soquimich, Corpesca, Penta: facturas ideológicamente falsas. Se facturó sin haberse prestado los servicios e incluso se dice que se pagaron facturas que no tienen el timbre del Servicio de Impuestos Internos. Hubo coimas y sobreprecios.
A estas alturas, factible es preguntarse. ¿Qué rol juega la Justicia militar: distraer o investigar? ¿Qué opinan quienes ocuparon y ocupan el Ministerio de Defensa, en los últimos años? ¿También se financiaron campañas políticas? ¿Se apoyó a ex miembros de los servicios de seguridad? ¿Ocurre lo mismo en las otras ramas de las fuerzas armadas y policías?
En medio de colusiones, de crisis de confianza y legitimidad de muchas instituciones, la ciudadanía debe exigir transparencia, justicia y fin a la Ley Reservada del Cobre.