Me he permitido extraer los comentarios realistas del editorial del periódico La Tercera del 26/2 /2019 sobre la situación actual de la ofensiva diplomática contra Venezuela, dirigida por los EE.UU. y ejecutada desde Colombia.
(A confesión de parte, relevo de pruebas).
“La fallida entrega de la ayuda humanitaria el sábado pasado llevó la crisis venezolana a una nueva etapa, cuya evolución resulta hoy incierta.”
“Juan Guaidó, había prometido hace dos semanas que el 23 de febrero, cuando se cumpliera un mes de su juramento como mandatario interino, 600 toneladas de ayuda humanitaria ingresarían a suelo venezolano y marcarían un punto de inflexión, abriendo la puerta no solo a la división en las FF.AA. bolivarianas, sino, como inevitable consecuencia de ello, a la caída del régimen de Nicolás Maduro.”
““Finalmente el sábado, nada de eso sucedió. Solo cerca de un centenar de efectivos venezolanos optaron por sumarse a las filas opositoras, pero el quiebre esperado no se produjo, lo que al final impidió que los camiones con asistencia pudieran traspasar la primera línea de la frontera venezolana.”
““Frente a este panorama, Guaidó deberá asumir inevitables costos, considerando que extremó las expectativas e incluso decidió salir de su país, con los evidentes riesgos para su eventual regreso.”
“La presión internacional ha sido decisiva en la actual etapa de la crisis venezolana y es importante seguir ese camino y no bajar la intensidad. Pero existe consenso en que solo un quiebre en las filas militares puede acelerar la salida de Maduro, y es allí donde Guaidó y la oposición venezolana están decididos a seguir apuntando.”
Está todo dicho, lo fundamental a lograr para los enemigos del proceso revolucionario venezolano es al menos un quiebre significativo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, o sea la base de una guerra civil y la conformación de una fuerza armada contrarrevolucionaria en el interior de Venezuela susceptible entonces de ser apoyada política y militarmente desde el exterior y en esas condiciones repetir el mismo tema ya ejecutado en Libia y en Siria (aunque con distintos resultados), pero con un diferente guion.
Realmente asombra este intento de ser objetivo en el análisis de la problemática venezolana por un periódico chileno no precisamente de izquierda y a pesar de que el actual Gobierno chileno busca en ella “protagonismo internacional”, como lo expreso el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, aunque para determinados observadores del hecho, como en el caso del Presidente de Cuba, el performance de los “CUATRO PRESIDENTES” del pasado sábado fue catalogado de la actuación de payasos ejecutando un mal “sketch” bufo.
Esto que está sucediendo en Venezuela lo viví hace ya casi 6 décadas en Cuba en donde se demostró que mientras exista una unión cívica-militar con un objetivo revolucionario no hay forma de parar el proceso desde el exterior.
Reitero mi mejor deseo para los venezolanos: continúen esperando lo mejor y preparándose para lo peor.
Carlos Romeo
La Habana, 26 de febrero del 2019