El Fondo Monetario (FMI), en un informe titulado “Sonando la alarma sobre los préstamos apalancados” (1), expresó su preocupación por el incremento producido en elfinanciamiento a nivel global de empresas sobre endeudadas. Ejemplificando con Estados Unidos reveló que este fenómeno alcanzó el doble del volumen que tenía con anterioridad a la crisis financiera en el año 2008 y que condujo a la Gran Recesión, la cual ha sido la crisis más violenta global producida después de la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado, cuyas repercusiones en diferentes ámbitos aún siguen presentes.
El sobre endeudamiento fue estimulado por los bajos niveles de tasas de interés de política monetaria establecidos por los bancos centrales de economías avanzadas para enfrentar el proceso recesivo y posterior bajo crecimiento, así como medidas expansivas de la masa monetaria. “Habiendo aprendido hace una década –manifestó el documento del FMI- la dolorosa lección de las inesperadas amenazas al sistema financiero, quienes formulan políticas no deben ignorar esta”. Claramente el informe expresa la preocupación porque los responsables de las políticas financieras no están actuando teniendo presente el peligro existente.
Además, pone la atención en otros factores que inciden en la inestabilidad financiera, entre los cuales mencionó la fragilidad de economías emergentes, la guerra comercial en curso, la creciente incertidumbre sobre las políticas económicas a adoptarse en países de alta incidencia – basta solo pensar en Donald Trump o en Jair Bolsonaro en nuestra región para ejemplificarlo- y el proceso de alza de tasas de interés en curso.
La fragilidad económica que tienen frente a esta evolución economías de países emergentes condujeron incluso a crisis profundas, cuyo ejemplo más saliente se expresa en Argentina, país con un elevado endeudamiento sobre el exterior. Para enfrentarla el propio FMI, en decisiones de su directorio que han contado con el protagonismo de EEUU, el accionista principal de la institución financiera, ha impuesto una fuerte política contractiva, monetaria y fiscal, que contempla incluso reducir en términos reales la masa monetaria. Antes de la intensificación del ajuste económico en el tercer trimestre la actividad económica descendió en un 5,8% con relación a los mismos meses del año anterior, acumulando una caída durante 2018 de 1,5%.
Al finalizar el mes de octubre, primer mes de aplicación de la intensificación de las medidas de ajuste impuestas por el Fondo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) destacó el cumplimiento “con exceso” de la reducción de la masa monetaria acordada, ya que su monto resultó aún inferior al proyectado. La atracción para lograr su reducción fue ofrecer a los bancos comerciales bonos a una semana pagando tasas de interés superior al 70%, los cuales cerraron el mes en 68,5%. Se trata de los Leliq que el BCRA empezó a emitir al acentuar las
políticas contractivas. Esta reducción monetaria al intensificarse también el ajuste fiscal necesariamente conduce a hacer más duro y largo el proceso recesivo.
El FMI, si bien constató que el sistema financiero global es más sólido y tiene más regulaciones de las frágiles existentes antes de la Gran Recesión, lo cual condujo a acordar los tres Acuerdos de Basilea, anota al mismo tiempo el aumento que representa el riesgo existente debido al alto endeudamiento de empresas, a las cuales bancos comerciales continúan otorgándoles créditos, vulnerando todas las normas establecidas para otorgarlos.
Esta realidad también impacta en países emergentes. Más aún cuando su endeudamiento en un alto porcentaje se encuentra en dólares estadounidenses. Proceso estimulado por la tendencia de bancos centrales, también destacada en el informe, de subir las tasas de interés, encabezadas por la Reserva Federal estadounidense, que gradualmente implementa el objetivo de normalizar su política monetaria, después de las medidas anticíclicas acordadas para enfrentar la recesión iniciada en EEUU durante diciembre de 2007. Estas medidas consistieron
ante todo, en una acentuada reducción de la tasa de interés de política monetaria y en el denominado “relajamiento cuantitativo” efectuado mediante una abultada creación de dinero adquiriendo títulos de deudas en el mercado del Tesoro y de operaciones hipotecarias.
Lo que sucede con el dólar norteamericano tiene incidencia mundial dada su participación mayoritaria en la utilización de divisas como medio de pago nacional y global. Estadísticas al finalizar el año 2017, que tienen como fuente el canal Swift de pagos internacionales, estableció su participación porcentual sobre el total en 39,85%, seguida por el euro con 35,66%. En consecuencia, estas dos divisas representan un 75% del movimiento global. Más abajo se ubicaba la libra esterlina con un 7,07%, el yen (2,96%) y el yuan (1,67%). En noviembre de 2014, la divisa china pasó a tener el quinto lugar desplazando a los dólares canadiense y australiano. Y en diciembre de 2015, el FMI procedió a incorporarlo a su cesta de monedas conjuntamente con las cuatro que le anteceden en el ranking.
En los primeros días de noviembre, la moneda china alcanzó su nivel más bajo en una década. Las autoridades monetarias de Beijing establecen diariamente su nivel medio y permite su transacción por mecanismos de mercados dos puntos por encima o debajo de ese punto. China posee actualmente unos US$3 billones en sus reservas internacionales. Su monto desde diciembre de 2014 descendió en más de un billón de dólares. Un porcentaje importante de las reservas están conformadas por bonos del tesoro estadounidense, los cuales puede utilizarlos si precisa adoptar decisiones en defensa de su moneda.
Otro de los factores de incrementos en los riesgos lo constituye la guerra comercial desatada por EEUU, ante todo en contra de China, cuyo incremento permanece en el tapete. Días después de las elecciones parlamentarias, en la cumbre del Foro de Cooperación del Asia Pacifico (Apec) efectuada en Papúa Nueva Guinea, la Casa Blanca reiteró la posibilidad de intensificar la política arancelaria en aplicación, expresando que se podía proceder a duplicar los gravámenes a las importaciones chinas, criticando abiertamente la Nueva Ruta de la Seda, el gran proyecto de infraestructura global de Beijing, denominándola de “diplomacia de chequera”. El
vicepresidente, Mike Pence, dado que Donald Trump desistió de asistir, anunció además que su gobierno va a cooperar en el desarrollo de una base naval australiana en el Pacifico Sur, en oposición a los planes chinos en la zona. “Esperamos –expresó Pence- una mejora en la relaciones, pero Estados Unidos no cambiará de dirección hasta que China cambie sus maneras”.
Por su parte, el presidente de la potencia asiática, Xi Jinping, criticó la política proteccionista de Washington. “Los intentos de erigir barreras y de romper las relaciones económicas estrictas son contrarias a las leyes económicas y al sentido de la historia (…). Es un enfoque cortoplacista –recalcó- que está condenado al fracaso. La historia enseña que nadie sale ganando de una confrontación, sea bajo la forma de una guerra fría, una guerra caliente o comercial (…)”. Un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), divulgado previamente a la cumbre del G20, constató que países integrantes de esta instancia efectuaron entre abril y octubre cuarenta medidas proteccionistas, afectando a US$481.000 millones en actividad comercial. El director de la OMC, Roberto Azevedo, manifestó que lo informado debería “ser motivo de gran preocupación para los gobiernos. Una mayor escalada – añadió- sigue siendo una amenaza real”. Ello acontecía cuando Richard Clarida, vicepresidente de la Fed, hablaba de la existencia de “algunas manifestaciones” de enfriamiento de la economía global. Por su parte, el presidente del organismo, Jerome Powell, se refirió a una desaceleración de la demanda global .
Finalmente, por primera vez en su historia, la cumbre de 21 países, entre ellos Chile, se cerró sin una declaración final. El organismo salió debilitado de la cita, cuando entre sus proyectos principales está establecer el año 2020 un área de libre comercio entre sus miembros que representan el 60% del producto global y más de la mitad del comercio mundial, teniendo un mercado de 2.850 millones de consumidores. El conflicto comercial entre EEUU y China y la confrontación tenida durante las sesiones fue un factor determinante para el término sin consenso de la reunión. “De ninguna manera declaró Wang Yi, consejero de Estado chino, ello fue “accidental”. Para impedir el acuerdo, enfatizó, se emplearon “pretextos” basados en el proteccionismo y el unilateralismo.
Las decisiones de Donald Trump se adoptan dejando de lado informes de los propios organismos de seguridad estadounidense. En un comunicado destacó la prioridad estratégicaque asigna a Arabia Saudí, declarando que las causas del asesinato del periodista Jamai Khashoggi “puede no llegar a saberse nunca”, reiterando su lealtad absoluta con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, en circunstancias que informes de la CIA, divulgados por The Washington Post, concluyeron en que fue él quien ordenó la muerte del periodista. Trump valoró que Riad es “un gran aliado en nuestra muy importante lucha contra Irán” y “ha acordado gastar miles de millones de dólares en liderar la lucha contra el terrorismo islamista radical”. Desde luego, efectuando grandes adquisiciones de armamentos en EEUU.
Hugo Fazio
Noviembre del 2018
(1) El apalancamiento es la acción de endeudarse para utilizar los recursos obtenidos en
procesos productivos o especulativos