BOGOTÁ : “El pasado agosto, durante una reunión en la Oficina Oval, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó a sus asesores sobre la posibilidad de invadir Venezuela.La propuesta sorprendió a los presentes en la reunión, entre ellos el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor de Seguridad Nacional, el general H.R. McMaster, que ya no forman parte del ejecutivo estadounidense.”
“El pasado agosto, durante una reunión en la Oficina Oval, el presidente estadounidense Donald Trump hizo una pregunta que sobresaltó a sus asesores: dado que la situación en Venezuela amenaza la seguridad regional, ¿por qué Estados Unidos no puede invadir el país sudamericano?”
“La pregunta dejó atónitos a los presentes en la reunión, entre ellos el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el asesor de Seguridad Nacional, general H.R. McMaster, que ya no forman parte del ejecutivo estadounidense. “
Por JOSHUA GOODMAN Associated Press
04 de julio de 2018 05:45 AM
En mi vida, desgraciadamente más de una vez pronuncie ideas de las cuales me arrepentí con posterioridad. Por suerte, en mi caso lo sucedido no tuvo absolutamente ninguna consecuencia, salvo el mostrar mis limitaciones intelectuales. Pero ese no es el caso cuando quien las emite es el Presidente de los EE.UU.
Recuerdo cuando con anterioridad a la invasión de Cuba por Playa Girón en 1961 la inteligencia norteamericana había convencido al entonces Presidente Eisenhower que hasta un 80% de la población cubana recibiría a los invasores como a libertadores del yugo impuesto por Fidel Castro. Como la CIA llegó a esa conclusión revelaría la enfermedad congénita de los aparatos de inteligencia en los cuales los subordinados tienden a producir análisis cuyas conclusiones coinciden con las ideas al respecto que ya tienen sus jefes. Como es sabido, a las horas de saberse la noticia de la invasión el 17 de abril de 1961 unos 40.000 potenciales contrarrevolucionarios fueron transitoriamente detenidos y el Ejército Rebelde con los milicianos recién organizados, liquidaron la invasión en 72 horas.
Supongo yo que en la actualidad los especialistas de la CIA y hasta los políticos estadounidenses obnubilados por el caso de Venezuela creen firmemente que es verdad lo que día a día aparece en los medios de prensa tanto venezolanos como de fuera de Venezuela sobre la lo que sucede en ese país: la situación económica es catastrófica, el chavismo está en plena descomposición, el Presidente Maduro esta desprestigiado y las fuerzas armadas bolivarianas están desconcertadas en cuanto a decidir a quienes apoyar. Por tanto, una invasión militar de Venezuela sería un paseo triunfal entre una multitud de venezolanos que los recibirían como sus libertadores.
Tal como los políticos estadounidenses consideraron en su momento que lo que había acontecido en Cuba durante la guerra en contra de las fuerzas armadas que sostenían la dictadura de Batista, por civiles que tuvieron que aprender en la practica el dominio de la guerra de guerrillas, era una simple anomalía con respecto a las reglas que presiden la política latinoamericana, también lo es lo que a su juicio ha sucedido en Venezuela durante estos últimos veinte años. Que a pesar de la situación por la que atraviesa el país el chavismo siga en el poder, que la oposición política este fragmentada y desorientada y que las fuerzas armadas bolivarianas sigan siendo parte de una alianza política cívica-militar sobre la cual se apoya el actual gobierno, no es para ellos una lectura correcta de la actual situación. Ni tampoco toman en cuenta la tradición histórica de un pueblo que logro hace ya dos siglos liberar combatiendo a cinco países latinoamericanos del colonialismo español y que por tradición son “arrechos”, como se dice en Venezuela.
Un análisis más balanceado y realista de la realidad venezolana debería alertar sobre las eventuales consecuencias de que una invasión a ese país por tropas estadounidenses acompañadas de otras de eventuales países latinoamericanos,lo que implicaría una guerra y que en una guerra morirían invasores tal como sucedió y está sucediendo en el Medio Oriente, porque “liberar” Venezuela del chavismo no se puede llevar a cabo únicamente con proyectiles teledirigidos, drones y bombardeos. Hacen falta soldados para poder ocupar un territorio defendido, de casi un millón de kilómetros cuadrados y con más de 30 millones de habitantes.
En 1961 su desprecio por los latinoamericanos los llevo a pensar que una fuerza de 1500 hombres era suficiente para corregir lo que había recientemente sucedido en una pequeña isla de 110.000 kilómetros cuadrados y con una población de 6 millones de habitantes. Cuatro años después, ya con una visión más realista, tratando de evitar una nueva Cuba revolucionaria, enviaron unos 40.000 soldados a invadir la Republica Dominicana, también pequeña isla con unos pocos millones de habitantes. ¿Cuántos hacen falta para poder ocupar un territorio defendido, de casi un millón de kilómetros cuadrados y con más de 30 millones de habitantes? ¿Es la muerte de numerosos soldados estadounidenses parte de la política de Trump de hacer nuevamente grande a los Estados Unidos? ¿Están de acuerdo con ello los estadounidenses, inclusive los que votaron por Trump? La recomendación evidente que se le puede transmitir a Trump es que en la duda, abstente.
Por Carlos Romeo
La Habana, 4 de julio del 2018