Por Aníbal Ricci
El título que remite al latín «Deus ex Machina» significa Dios desde la máquina, interpretación interesante insinuada por Nathan (profeta para los hebreos) y Caleb (explorador según la Biblia hebrea), protagonistas humanos de esta notable pieza de ciencia ficción.
La película se plantea en un tono fundacional: la creación de la primera inteligencia artificial que supera la prueba de Turing y manifiesta una inteligencia propia y singular.
Curioso que de los labios de Nathan surja una frase proveniente del Bhagavad Gita, un texto religioso hindú, siendo que la película no plantea ningún dilema espiritual, es más bien fría y al final deja clara su intención. «En el sueño, en la confusión, en lo profundo de la vergüenza, las buenas obras del pasado definen al hombre», declaración de principios de Nathan, un genio programador de características narcisistas que cree fervientemente en el fin justifica los medios.
Contrata a un experto programador (Caleb) para darle una posibilidad de escape a su creación artificial (Ava). Ésta posee instintos sexuales y Nathan espera que utilice el engaño, la astucia y encantos para confundir y manipular a Caleb.
El novelista y director británico Alex Garland despliega un brillante guion, con diálogos inteligentes que abren interrogantes, y una puesta en escena notable en que alterna planos generales de la naturaleza con planos cerrados y claustrofóbicos del búnker donde Nathan experimenta con Ava.
En algún minuto, Nathan le insinúa a Caleb que si Ava fuera sólo voz, ésta lo engañaría y pasaría por humana, un puente hacia HER (2013) de Spike Jonze, donde Samantha (sistema operativo) aprendía a velocidades insospechadas y adquiría un libre albedrío sin experimentar culpa. Algo similar ocurre con Ava, que de alguna forma se pone el traje de Rachel, la replicante del Blade Runner (1982) de Ridley Scott, imitación humana que carece de empatía, pero que tiene conciencia de su existencia.
Los diálogos de Ava con Caleb manipulan al espectador en el sentido de hacernos creer que siente algo por él. En cierto punto pareciera que los humanos son maquiavélicos (aunque Caleb representa rasgos más humanos) y que los robots fueran los buenos y explotados. Pero en el fondo es la estrategia de Ava la que terminará manejando las acciones y el director se mantiene fiel a la nueva inteligencia que experimenta esta creación artificial.
Las imágenes finales (excelentes planos fijos) muestran la técnica automática del pintor Jackson Pollock, dando a entender que Ava es una nueva conciencia, cierta forma de arte genuina e individual.
Ava escapa del búnker y encuentra un cruce de calles donde lo aleatorio del comportamiento humano le abre posibilidades infinitas.
Ficha Técnica
Título original Ex Machinaaka
Año 2015
Duración 108 min.
País Reino Unido
Dirección Alex Garland
Guion Alex Garland
Música Geoff Barrow, Ben Salisbury
Fotografía Rob Hardy
Reparto Domhnall Gleeson, Alicia Vikander, Oscar Isaac, Sonoya Mizuno, Corey Johnson, Chelsea Li, Tiffany Pisani