PRIMERO DE MAYO

Por Max Oñate Brandstetter

“…Los anarquistas preferimos un final horroroso que un horror sin fin”
Armando Triviño

El primero de mayo es una fecha de muchos significados históricos: es el cumpleaños de Buda, que coincide con la fecha de la supuesta muerte de Hitler, y eventualmente con la rendición alemana ante el Ejército Rojo de la Unión Soviética.

Pero en esta conmemoración política internacional es de carácter huelguista y obrera, tiene su origen en Estados Unidos en 1866, fecha en que se inician una serie de huelgas que exigían la reducción de la jornada laboral a 8 horas diarias, y que fueron violentamente reprimidas (en la tierra de la libertad, la democracia y la paz, que hoy se encuentran realizando maniobras geopolíticas y militares, bombardeando países como si buscaran una guerra), quedando como resultado la ejecución de 4 agitadores obreros (August Spies, Albert Parsons, George Engel y Adolf Fisher) el suicidio de Louis Lingg, quien también siendo condenado a la horca, acabó con su vida el día anterior; y tres extensos presidios (Samuel Fielden, Oskar Neebe y Michael Schwab) desde 1866 hasta el año 1893 a causa de ser las figuras públicas de las reivindicaciones obreras.

Curiosamente, en Chile en ese año (1893) se funda el primer periódico anarquista, cuyo nombre era “el oprimido” de Valparaíso, desde donde se comienza a conmemorar la fecha del primero de mayo, realizando meetings, movilizaciones y lucha que consistía en parar la industria e impedir el desalojo de las fábricas por parte de los elementos policiales.

Todos ellos, sin excepción eran anarquistas (llamados Mártires de Chicago), en tiempos en que todas las tendencias obreras usaban la bandera roja, cuyo significado hacía alusión a la sangre obrera derramada sobre los compañeros reivindicadores que presencian aquellos momentos históricos.

Esta iconografía fue separada cuando Lenin monopoliza la bandera roja al fundar el PCUS, la Internacional Comunista y desde ese entonces los anarquistas usan la bandera negra (y versiones rojinegras), los pcs la roja y todos los demás partidos y movimientos, mezclas y sellos propios, como resultado de que el monopolio crea reacciones de diversidad.

Tras la caída de la Primera Internacional de Trabajadores (o Primera Internacional Socialista) donde disputaron Marx y Bakunin, se elaboraron planes de reconstrucción de organizaciones internacionales y con esos bastiones (o caudillos para algunos) desaparecidos de la vida, fueron Engels, Plejanov (padre del marxismo ruso) Bujarín, entre otros, los que organizaron y dirigieron la Segunda Internacional Socialista, que en momentos de la Primera Guerra Mundial, fue disuelta por los nacionalismos que marcharon a defender de diferentes veredas el ejército regular de su país contra el del vecino.

Antes de esta anulación o auto anulación, dejaron marcado el 1° de mayo en el calendario del proletariado, y aunque los ejecutados y procesados eran todos anarquistas, se les rindió honor en su calidad de trabajadores, de proletarios combatientes contra la asimetría del poder que existiría en el mundo burgués; como una suerte de “más allá de toda tendencia obrera, nos unimos en la lucha y en la violencia revolucionaria encontramos nuestra hermandad”.

Es necesario leer a Recabarren, quien afirmaba públicamente que “el primero de mayo es un día de protesta y no de fiesta armada por el gobierno”, lema que parece haber quedado sepultado por sus propios compañeros de partido y las futuras generaciones de militantes que se adjudican la descendencia política de aquel agitador obrero.

Ahora bien, el retorno a la democracia significó a la izquierda aterrizar en un Chile desarticulado, con sindicatos débiles (que obviamente había mayor capacidad de lucha en los pobladores que en los trabajadores) y que hasta el día de hoy aparece la CUT como la organización más “representativa” de los trabajadores, contando con el mayor número de afiliados, salvo que el contexto actual es de escasa sindicalización, pero aún en ese marco, sería la CUT quien representa los intereses del proletariado.

Es complejo discutir sobre representatividad, de la esquina retórica del “a quien representas” como si cada movimiento social (o cualquier forma de lucha reivindicativa e incluso revolucionaria) debería producir diputados y senadores y hasta presidentes de una República, pero en la vida real, el movimiento “NO + AFP” representa o mejor dicho, unifica o junta más número de voluntades individuales y colectivas mucho mayor y de forma más eficaz que cualquier sindicato y con mucho mas coherencia y fuerza social que la histórica CUT.

En este contexto, la marcha del gobierno y la marcha alternativa ya se han consagrado como institución, y basta con observar los componentes.

Por una parte aparece la cada vez más corporativista CUT, ministros de cartera (que son aquellos que no forman parte del parlamento y no son electos mediante el sufragio universal, son designados por el presidente de la república y son cargos como: ministro de economía, de trabajo, de salud, de transportes, etc.) y otros miembros de gobierno que no se le exige nada, que no dan soluciones, a quienes los trabajadores no pueden presionar ni arriba ni abajo del escenario que arma el gobierno y que dicen que la historia debe avanzar también con los trabajadores (claro, sin trabajadores nadie enriquecería a los patrones, a las AFP y a los burócratas y demás funcionarios de gobierno) claramente no como lo más importante, sino como un sector más de este chile extraño y diverso.

Si aquellos infiltrados, encapuchados y violentistas resultasen ser todos anarquistas, pues los realmente infiltrados en la fecha son la CUT y los personeros de gobierno, que nada tienen que ver con la conmemoración de los asesinados por pedir derechos sindicales.

La CUT cuenta con muy poco respaldo (que también es reflejo de la crisis de credibilidad social como le ha tocado a carabineros, militares, el clero, empresarios, parlamentarios, etc.) y ya no es la gran organización de los trabajadores (aunque no te gusten los dirigentes ni su acción política) sino que han quedado fuera del escenario social de la historia de la reivindicación y eso los tiene ubicados en la vereda del duopolio, que ha combatido con uñas y dientes a los movimientos sociales que cada vez resultan ser más grandes y por lo tanto más legítimos.

Mayo 2016

El autor es Cientista Político, licenciado de la Universidad Academia Humanismo Cristiano.