UN HÉROE Y UN CIRCO… MENESTEROSOS LOS DOS

Por Cristian Cottet

Quiero dormir en un largo sueño para despertar instalado en un circo antiguo y pobre con un par de monos que venden maníes y un caballo blanco un tren recorriendo Chile de sur a norte y un poco de cordillera y mar con dos elefantes que sostienen una rubia vestida de blanco en honor a la verdad el caballo que hago referencia es el transporte del mítico héroe chileno don Manuel Rodríguez famoso por sus escapadas y escondites se decía incluso que podía estar en dos o tres lugares a la vez cuando y ese que viaja llega a la ciudad se encuentra con la escultura que representa un caballo encabritado en medio de la plaza pareciera que mira al norte o el territorio de donde proviene el que viaja o al sur eso no se sabe.

Pero en el mes de febrero de un mal año la ciudad fue azotada por un terremoto que dejó la ciudad en el suelo una de las versiones cuenta que el héroe bajó de su corcel enorme para enfrentar el sismo y ayudar a quien lo requiriera incluso el que narra escuchó decir que se le ve por las noches levantando casas y deteniendo olas del bravío mar que acompaña la ciudad.

La otra versión explica que producto del terremoto la imagen del héroe cayó junto a todas las casas pero los pobladores de la zona descubrieron que estaba fundido en bronce y que es un buen negocio del rubro de los metales compran a buen precio venden a buen precio entonces primero cortaron las manos luego las piernas después el torso y la cabeza cuando los hijos de estos pobladores preguntan de dónde salió la cena de cada día sus padres responden que es obra del héroe Manuel Rodríguez él ayuda a los pobres dicen las madres.

Santiago también es un tremendo pueblito no tiene circo propio por eso quiero instalar uno que traiga elefantes y payasos que lloren siempre alguna ausencia pero Santiago se desvive por no mojarse en invierno y por mojarse en verano se inunda se corta la energía eléctrica se pierden los amantes en un marasmo de rostros Santiago es siempre más grande cuando es visitado y más pequeño cuando se viaja rumbo a cualquier parte en Santiago puedes pasar la vida buscando un santiaguino es una ciudad que se auto-marca con estatuas y eventos imaginarios de noche penan las ánimas y puedes llegar a creer que todas las calles llevan al cementerio.

Por esto quiero dormir y despertar en un circo antiguo pobre con un par de monos que venden maníes busco siempre algo no visto en Santiago en estos días estoy tras las huellas y marcas de las violaciones a los derechos humanos antes busqué los espacios de sobreviva de aquellos que no tienen techo recorro y no siempre encuentro vuelvo donde mismo estuve y aparece lo que he visto alguna en otros países invisibles pero es una pequeña señal de otro entusiasmo por Santiago.

Entonces, lo que no dijeron al finao… no se lo carguen a la novia.