UN NUEVO “LÍDER POLÍTICO”

Nace un nuevo “líder político” en Venezuela. En realidad, para ser preciso habría que decir que se está “fabricando” un nuevo líder político venezolano a gusto de sus patrocinadores, con las ya conocidas técnicas del marketing político, tan semejante al cinematográfico.

La cuestión de fondo es que en política toda fuerza en el poder genera una fuerza opuesta que trata de anularla para después suplantarla. Y esa fuerza debe estar encabezada por una persona y tener cara visible, la imagen del líder. Esa contradicción objetiva logro que en 1999 una nueva fuerza política creada y liderada por Hugo Chávez acabara con el duopolio político Adeco-Copei que se alternaban en el poder gubernamental en Venezuela desde 1959.

Como dice una vieja canción de Piero sobre los norteamericanos, Chávez no resulto ser del “gusto norteamericano”, ni un “tantito así”. Había que crear o lograr que se creara un “anti-Chávez” para poder neutralizarlo y derrotarlo políticamente. Y primero fue Capriles Radonski, joven político proveniente de una de las ricas familias venezolanas con el cual la oposición chavista recién en el 2012 pudo organizar un serio intento para retomar el poder político por la vía electoral, que se repitió en el 2013 a raíz del fallecimiento del Presidente Hugo Chávez al año de haber sido reelegido. Después de dos intentos fracasados Capriles quedo descartado por incapacidad de lograr el objetivo perseguido.

En el 2014 las fuerzas opositoras cambiaron de táctica y pasaron a la acción violenta mediante intentos insurreccionales y bajo el liderazgo del joven Leopoldo López, abierto abogado por este tipo de lucha política que también fracaso al perder impulso por su incapacidad para alterar al Gobierno Chavista y termino con un juicio por incitación a la violencia y sus consecuencias, y su encarcelamiento.

A raíz de la única derrota electoral sufrida por las fuerzas políticas chavistas a finales del 2015 para elegir los diputados a la Asamblea Nacional, en la cual gano la oposición por una contundente mayoría, en enero del 2016 asumió la Presidencia de la Asamblea el antiguo adeco Ramos Allup, quien después de fracasar en su declarado intento político de acabar con el dominio chavista en Venezuela en 6 meses, debió dejar ese cargo en el 2017 y fue reemplazado por Julio Borges hasta que en el 2018 este también hizo lo mismo.
Firmemente “atrincherada” la oposición política venezolana en los EE.UU. y prestándose a la vieja parodia norteamericana de poderes políticos paralelos en el exilio que por arte publicitario supuestamente tienen el poder que dicen tener, surge esta nueva estrella política según la prensa norteamericana, un oscuro miembro de la Asamblea Nacional de 35 años y de nombre Juan Gualdó, políticamente apadrinado por Leopoldo López según se dice, al cual se le pide abiertamente que en virtud de un artículo de la Constitución Bolivariana desconozca al recientemente elegido Presidente Maduro y se atribuya el cargo con el cual si bien nada podrá hacer dentro de Venezuela, (ya el General Padrino López, Ministro para la Defensa aclaro públicamente que el Comandante en Jefe en Venezuela es el Presidente Maduro y que defenderán su patria contra cualquier agresión externa), le garantizan que podrá utilizar las eventuales fuerzas de gobiernos antichavistas, empezando por el Norteamericano, los que conforman al Grupo de Lima creado por la OEA y cuanto gobierno por ahí se preste a esa parodia.

Queda por ver si Juan Gualdó acepta el papel que le toca en este guion de novela política, y si lo va a representar en el interior de Venezuela o si rápidamente pase a ser “presidente de Venezuela en el exilio”. Esperemos que nos depara el próximo capítulo.

Carlos Romeo

La Habana,  enero del 2019