UN CUENTO DE VERANO

Por Aníbal Ricci

Elka, la adolescente, le confiesa a su hermano pequeño de diez años, Stefek, que en la vida “siempre está pasando algo…” y en esta película de apenas 95 minutos efectivamente pasa algo, y mucho, con unas imágenes que nos recuerdan el efecto mariposa dentro de un sistema caótico, con el punto de vista aferrado al muchacho y una casi ausencia de anécdota al narrar.

Este cineasta polaco llena de luz la pantalla, situando la acción en un barrio pobrísimo de edificios que han perdido su estuco, donde unos personajes gozan de la vida con cosas elementales. Los adultos ven en los autos un símbolo de bienestar, así como el pretendiente de Elka manifiesta su gusto por recorrer el centro de la ciudad en su moto.

El protagonista no sólo es el niño, sino su mirada del mundo, ingenua, donde todo evento tiene una causa y un efecto. Unos soldaditos de plomo o unas monedas podrán detener un tren y mojarse bajo la lluvia o mear un auto permitirá a su hermana obtener un nuevo empleo.

Los trenes, sus estaciones, están presentes en todo el relato, pero no es el medio de incomunicación del cine de Wenders, sino que los trenes, para Andrzej Jakimowski, implican el transcurso del tiempo, la modificación de los eventos que van determinando los vuelcos en nuestras vidas.

Jakimowski comparte la precisión narrativa del cine de otro polaco, Krzysztof Kieslowski (1941-1996), pero se aparta de inmediato de su postura católica, más bien oscura, aunque comparte el observar las bondades de la vida aun en medio de la miseria.

El cine de este polaco, en cambio, despide luz. Stefek, a sus diez años, tiene todas las herramientas para tener el mundo a sus pies, para guiar a un hombre desconocido, que supuestamente se parece a su padre, a través de los cambios de señalética de las calles, igual como si fuera un simple cambio en la dirección de los rieles del tren. Presiente que su madre está sola y sabe que la vida responde a sus deseos de niño.

La naturaleza está presente en el paso de la noche hasta el amanecer, al quedarse dormido en el tren y despertar justo en la estación donde está su padre, que ya lo ha reconocido en una foto y le dice a Stefek: “No me voy a ningún lado… te esperaba a ti”.

Poesía en movimiento.

Ficha Técnica

Título original Sztuczki (Tricks)
Año                    2007
Duración         95 min.
País                  Polonia
Dirección        Andrzej Jakimowski
Guion              Andrzej Jakimowski
Música            Tomasz Gassowski
Fotografía      Adam Bajerski
Reparto         Damian Ul, Ewelina Walendziak, Rafal Guzniczak, Tomasz Sapryk