RECUERDOS DEL 73

Por Carlos Romeo

Hace pocas horas que fue inhumado el Comandante de Grupo (R) Ernesto Galaz Guzmán, uno de mis alumnos en 1973, oficiales de la Fuerza Aérea de Chile que pretendían conocer elementos de teoría económica para explicarse lo que estaba sucediendo en Chile en esa época. Por esa manifestación de amplitud intelectual y por considerar que el Presidente de la Republica era el Comandante en Jefe de todas las fuerzas armadas del país, fueron brutalmente encarcelados, maltratados y hasta torturados y cuatro de ellos, Galaz, el capitán Raúl Vergara Meneses (R), el sargento Belarmino Constanza y Carlos Lazo, condenados a muerte y a punto de ser fusilados.

En aquellos años como ahora, existían dos concepciones teóricas diferentes de la economía, la neo clásica considerada por algunos como “la” explicación de la economía capitalista y la denominada economía política basada en las investigaciones teóricas de Carlos Marx, que era precisamente la que yo enseñaba. Los acontecimientos demostraron que los militares chilenos hicieron suyas las concepciones dominantes cuando el Santo Oficio, la Inquisición, aterrorizaba a los pensadores europeos por pensar de manera diferente a como había que pensar según “las santas escrituras”, en este caso la teoría neo clásica, y que, según realmente creían, su obediencia debida era a ellos mismos.

El hecho de que tanto el Comandante Galaz como el capitán Vergara pudieran acompañar su firma con una R entre paréntesis, (R) , indicaba que habían eludido la muerte a la que habían sido condenados por sus mismos compañeros de armas.

La ingenuidad se paga muy cara. En esa época cuando Allende era Presidente de Chile ya nadie recordaba al parecer la matanza en la escuela Santa María de Iquique en 1907 cuando el ejército chileno masacro a más de dos mil obreros salitreros y familiares. Por lo menos nadie me lo dijo en la escuela y me vine a enterar de ello cuando escuche por primera vez la cantata de Luis Advis con ese nombre. La Fuerza del mal había estado agazapada durante 66 años hasta que volvió a actuar y esa vez provocó miles de muertos, desaparecidos, torturados y encarcelados.

Se retiró después de 1988, no por haber dejado de ser lo que es sino que por no haber ya en esos momentos condiciones adecuadas para su dominio irrestricto en el país.

Tal como en las leyendas, el pueblo de Chile vive, pero bajo la existencia latente de esa fuerza del mal que por el momento está satisfecha con el tributo anual que se le paga con una parte de lo que produce la minería del cobre.

La Habana, 25 de enero del 2018