NO SÉ SI LO SOÑÉ O ES VERDAD

Por Cristian Cottet

Ese Primero de Mayo comenzó con un fuerte resfrío tomé agüita de menta y tecito de berenjena, llamé a Simón para ayudar a levantarme pero no estaba en la ciudad después de saludar a ciertas vecindades de difícil justificación decidí partir a la marcha, esta no me la pierdo por un resfrío no he faltado a ninguna y no será ésta la primera vez pero mi suerte cambió cuando a lo lejos veo a mi hija Magda y su madre Dorita caminando en mi dirección, sonreímos los tres pero de improviso apareció una pareja de carabineros envueltos en traje de guerreros dispuestos a tomar a mi hija de un brazo para llevársela al bus institucional o por lo menos hacerla pasar un susto entonces corro olvido a Dorita y me lanzo contra la dupla de policías corre hija grité mientras luchaba con los policías, nada absolutamente nada ni nadie se llevaría a mi hija forcejeamos con los policías mientras de uno escuché que decía profe profe pare ¿profe? con esa voz suave ¿profe? no me cuadraba en esto de intentar liberarme de los inmensos policías en eso se me viene a la cabeza una posibilidad.

¿Son ustedes los que yo pienso? les digo en medio de cuatro manos mientras un casco trataba de contenerme profe profe… gritaban esos dos representantes del Estado y de pronto quedo cara-a-cara con uno de ellos miro a todos lados Dorita y Magda corrían dejándome a descampado ¿y ustedes que chuchas hacen aquí? eso debiéramos preguntarlo nosotros po’ profe.

Hace ya algunos años me gané la vida en la cátedra universitaria, es uno de los trabajos que más extraño sobretodo con esta carencia laboral que ya me supera, específicamente desempeñé como académico en Derechos Humanos, Estrategias de Investigación, Taller de Observación, Etnografía Contemporánea, entre otras. Mi tarea se limitaba a impartir clases y uno de los ejercicios que incluía el curso era elaborar una descripción etnográfica de un espacio donde se promovieran los Derechos Humanos, en algunas universidades o cátedras se acostumbraba hacer convenios con instituciones externas así más de una vez me correspondió enfrentar cursos con estudiantes que provenían de Gendarmería, de Carabineros y de Investigaciones. En uno de esos cursos me encontré con una pareja de carabineros, una pareja que además de policías eran amigos desde niños por lo que el ejercicio lo hicieron juntos, confieso también que la etnografía que superó a todo el curso fue la que realizó esa pareja de carabineros.

Insisto, ¿qué chuchas hacen aquí ustedes? ¿no deberían estar dirigiendo el tránsito? es el Primero de Mayo profe, ¿pero esto justifica el trato que nos dan? no estamos haciendo nada fuera de nuestras obligaciones, profe, ¿y que justifica el trato que dan a mi hija? ¿su hija profe? disculpe la confusión profe, pero… ella no quiso detenerse y nosotros sólo queríamos conversar con usted, lo vimos de lejos con las dos damas y ella no usó un lenguaje muy de señorita con nosotros… disculpe señora, pero ¿usted es la esposa del profe? ¿esposa? respondió Dorita, digamos que soy la madre de esta niña y él es su padre…

Mucho gusto señora, dijo el funcionario de Carabineros estirando la mano, saluda dijo este a su compañero, mucho gusto, dijo el otro funcionario también estirando la mano, pero profe, usted tiene una linda familia, siempre nos acordamos de usted esto fue una confusión de ambas partes, acéptelo profe oiga, ¿todavía tiene el mismo teléfono? si po’ no necesito otro ¿y tiene facebook? ¿wasap? ya ya ya, no me saquen más información par de pacos flojos, en eso sonó mi teléfono, ya profe lo tengo todavía no miente mucho ¿se acuerda cuando decía al comienzo de la clase “ahora vamos a conversar de una mentira nueva”, siempre decía eso señora, disculpen pero debemos volver al trabajo lo vamos a invitar a un almuerzo o algo así profe usted también está invitada señora y usted también señorita…