NO HABRÁ ACUERDO

Por Carlos Romeo

“La Cumbre de las Américas es una reunión de los gobernantes de los países de América para tratar temas diplomáticos y/o comerciales de importancia a nivel continental. En un principio se formó para tratar la implementación del ALCA. Participan en el evento los 35 Estados independientes americanos. Asisten sus mandatarios o jefes de estados.” Esta es la definición de Wikipedia.

La primera Cumbre fue en 1994 en Miami, en la “época” de Clinton como diría el ex Presidente Correa, y en verdad de lo que se trataba era de reunir en un solo corral al rebaño de países americanos para poder manejarlos mejor y asegurarse por parte de los EE.UU. que “el pienso” que requieren fuera de origen norteamericano, porque en eso consistía el proyecto del ALCA, el área de libre comercio de las américas. Obviamente, su finalidad fue oficialmente descrita como una manera de asegurar en el continente americano la democracia, el libre comercio, los derechos humanos, la defensa colectiva ante deformaciones intolerables como lo sucedido en Cuba y el desarrollo económico y la felicidad al alcance de todos.

Pero las cosas ocurrieron de otra manera. A la actitud rebelde e independiente de Cuba, obviamente excluida, se agregó la de la Venezuela chavista, la de Argentina con Kirchner a la cabeza y la del Brasil de Lula, la de los bolivianos encabezados nada menos que por un indio aimara, la de Ecuador a pesar de estar gobernada por un Presidente ex alumno de economía de una prestigiosa universidad norteamericana, la de Nicaragua en donde renacía y se consolidaba el espíritu nacionalista de los sandinistas y hasta del Paraguay en donde había sido elegido un sacerdote progresista. A ellos se unía una solidaridad caribeña desatada por el apoyo desinteresado a esos países por Venezuela mediante la organización de Petrocaribe y por Cuba con su asistencia médica.

Efectivamente las cosas salieron de otra manera y no como habían sido originalmente concebidas por los que crearon esas Cumbres y en la de Mar de Plata, Argentina, en 2005, el ALCA “se fue al carajo” como expreso Chávez lo que había ocurrido con su estilo directo y popular.

En vez de un ALCA surgió una CELAC, que reúne también a todos los países de América con la salvedad de los dos del Norte y no por el idioma que en ellos se habla, toda vez que el inglés es el común de todos los Estados del Caribe que fueron una vez colonia inglesa.

Es una ley de la física de que no hay acción sin reacción porque la realidad que se altera reacciona a los efectos de volver a su estado anterior y así ha sucedido en el contexto de la geopolítica americana, y como no es la intención de tratar de explicar ahora este fenómeno, basta decir que se ha dado y el panorama en el que se sitúa la VIII Cumbre en Perú que se inicia el próximo día 13 de abril es diferente en cuanto a la correlación de fuerzas políticas. En Argentina gobierna el millonario Macri y el millonario Piñera lo hace en Chile al mismo tiempo que el corrupto Temer en Brasil producto de un golpe de estado suave como el que se utilizó para sacar a Lugo de la Presidencia del Paraguay y a Zelaya de la de Honduras. A Venezuela la tienen acorralada y se trata de organizar como darle “el puntillazo final” a su revolución, como el que se le aplica a un toro al finalizar una corrida para rematarlo. Hasta ahora solamente la han condenado al ostracismo.

No es de esperar que se metan con Cuba toda vez que no era una simple frase lo que se solía decir años atrás en ese país, que “Con OEA o sin OEA ganaremos la pelea”. Cuba es invulnerable a las presiones externas como lo ha demostrado durante nada menos que sesenta años. Que si Trump saludara o no a Raúl Castro es un tema que tiene absolutamente sin cuidado al Presidente Cubano veterano de muchos combates, como su pueblo.

Por tanto, lo que sí se puede augurar es que de esta VIII Cumbre no saldrá una declaración unánime que implique una agresión a cualquiera de los países asistentes o no asistentes, si es que impiden por la fuerza en Lima la entrada y participación del Presidente Maduro de Venezuela. Sera la expresión de que los países americanos están de acuerdo en que no están todos de acuerdo.

La Habana, 10 de abril del 2018