LA GATA SOBRE EL TEJADO CALIENTE

Comentario Aníbal Ricci

Basada en la obra homónima del dramaturgo Tennessee Williams y ganadora en 1955 del premio Pulitzer. Esta adaptación al cine basó su éxito en un excelente guion, con diálogos sobresalientes, aparte de un gran elenco dirigido con maestría por Richard Brooks. Cada papel está bordado con profundidad y los actores funcionan en un perfecto engranaje donde nadie es eclipsado. La pareja protagónica (Elizabeth Taylor y Paul Newman) se devora la pantalla y embruja con su complicidad. Somos testigos de una historia profunda del sur estadounidense, sin época, debido a la universalidad del argumento. Los escenarios son claramente distinguibles. El jardín representa a la Naturaleza y, en medio de ella, los integrantes de la familia hablan, gritan y su discurso carece de sentido y permanencia. En contraposición, al interior de la mansión conviven los diferentes estados de la precariedad humana. El segundo piso es apto para la hipocresía y las frases entre líneas y, al descender al primer piso, aparecen la ambición, la envidia y la codicia, siendo este estadio propicio para verdades y mentiras descarnadas. Finalmente está el sótano, donde emergen los sentimientos profundos y donde no hay cabida para la mentira, el gran tema de la obra. Este último es el sitio de los afectos, del amor no brindado, de la lealtad, el lugar desde donde se puede apreciar lo que le da sentido a la familia. Si bien no es explícito, el tema de la homosexualidad es central, dando a entender que proviene de la carencia de amor en la relación padre-hijo. Hay algo de puritanismo en esa premisa, debido a la presunción de que el protagonista (el hijo predilecto de Big Daddy) no asume responsabilidades y ello conduciría a su afición a las fiestas y al alcohol, lo que supuestamente lo llevaría a ser homosexual, o quizás, dicha cadena de causa-efecto sea a la inversa, que en cualquiera de los casos lleva a una estigmatización de su condición. En cualquier caso, dicho punto de vista es nítido e interpretado cabalmente por Newman. Por su parte, el papel de la esposa representa la lealtad a toda prueba, una especie de variante del amor, matizada por su origen de precariedad de recursos. Es la gata sobre el tejado caliente que irradia vitalidad sobre el mundo, defiende con celo sus intereses y que representa la esperanza, el empuje y la fe ciega en un futuro mejor. Brillante película.

FICHA TÉCNICA

Título original Cat on a Hot Tin Roof
Año                   1958
Duración          108 min.
País                  Estados Unidos
Director           Richard Brooks
Guión               Richard Brooks, James Poe (Obra: Tennessee Williams)
Música             Charles Wolcott
Fotografía       William Daniels
Reparto           Elizabeth Taylor, Paul Newman, Burl Ives, Jack Carson, Judith Anderson,

Madeleine Sherwood, Larry Gates, Vaughn Taylor