DIGÁMOSLO: TRUMP LLAMA A LA VIOLENCIA CONTRA JÓVENES CONGRESISTAS

Por Fernando Andrés Torres

Los ataques racistas de Trump a través de la red Twitter en contra de un grupo de mujeres recientemente electas representantes a la Cámara Baja, deben de tomarse muy seriamente. Son un llamado a la violencia, al ataque físico, y Trump muy bien lo sabe. Cada vez que el Presidente realiza uno de estos cobardes mensajes xenófobos los afectados comienzan a recibir amenazas de muerte y Trump muy bien lo sabe.

El domingo Trump lanzó por internet unos mensajes diciendo que las representantes Ilhan Omar (D-Minn), Ayanna Pressley (D-Mass.) Rashida Tlaib (D-Mich) y Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY), deberían pedir disculpas a él y al país por sus críticas a su presidencia y al trato de Israel contra palestinos. El enfurecido Trump escribió que estas jóvenes legisladoras deberían «regresar» a sus países de donde provienen ellas y sus familias. Esta es una frase cliché muy utilizada por los supremacistas y los racistas del tipo Ku Klux Klan.

La representante Ocasio-Cortez dijo que el lenguaje empleado por Trump es “distintivo de los supremacistas blancos… Trump se siente cómodo llevando al Partido Republicano al racismo, y eso debería preocupar a todos los estadounidenses”, dijo.

Además, en conferencia de prensa desde la Casa Blanca Trump lanzó unas tremendas mentiras diciendo que la representante demócrata de Minnesota Ilhan Omar “odia a los judíos” y que había elogiado y expresado su orgullo al grupo Al Qaeda. Estas flagrantes mentiras fueron denunciadas por muchos como un abierto llamado para su asesinato; una incitación a la violencia que ya es muy común en la Casa Blanca.

A esta hora la mayoría de los políticos demócratas han hecho pública su condena a los comentarios de Trump. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también hizo un llamado a sus correligionarios para su repudio, pero de nada le sirve a ella si aún no se atreve a comenzar el proceso de destitución (impeachment). Sin esa voluntad política, todo lo que haga Pelosi será solo hipocresía al mejor postor.

Al cierre de este comentario una mayoría de republicanos -incluido el jefe de la bancada mayoritaria republicana del Senado Mitch McConnell- se mantenía en un silencio cómplice que demuestra un apoyo implícito a la explosivas muestras racistas – que bordean una demencia desatada – del Presidente.

La representante republicana Elise Stefanik de Nueva York dijo estar en “total desacuerdo” con las políticas del “Escuadrón socialista de extrema izquierda”, pero los mensajes del presidente “fueron inapropiados, denigrantes e incorrectos. No es aceptable decirles a los ciudadanos legales… que regresen a su país de origen”.

Por su parte en el sitio internet Common Dreams, Madihha Ahussain, asesora especial de la organización Defensores Musulmanes, dijo que “Trump ha dejado en claro que la fuerza motriz de su administración es el fanatismo abierto y la supremacía blanca. Todos los republicanos y demócratas deben condenarlo de manera forzada e inequívoca de inmediato… Cualquier cosa menos que eso es un respaldo a este odio”.

Sin dudas que la maquinaria de la vieja y reaccionaria guardia demócrata que controla al partido; el sector que bajó al triunfador Bernie Sanders y subió a una rotunda perdedora; Hillary Clinton, no tiene la voluntad política para la acusación constitucional y la destitución de Trump. Pero esta cobarde postura comienza a desmoronarse y cada vez son más lo que quieren la acusación presidencial.

Desde el pasado lunes existen 83 demócratas de la Cámara de Representantes (Baja) que apoyan una investigación para la destitución. En la actualidad, llamar a esta acusación es un acto de valentía. La representante Ilhan Omar dijo que Trump estaba abogando por «la agenda de los nacionalistas blancos» y que ya “es hora de que acusemos constitucionalmente a este presidente”. Y Trump muy bien lo sabe.

  • Fernando Torres es periodista radicado en el norte de California, EEUU

Foto: Prensa Asociada. Las representantes de la Camara Baja estadounidense de izquierda a derecha: Ilhan Omar de Minnesota, Ayanna Pressley de Massachusetts, Alexandria Ocasio-Cortez de New York y Rashida Tlaib de Michigan responden en conferencia los ataques racistas de Trump.