UNA CULTURA DE AMEDRENTAMIENTO

La cuestionada elite dominante, aquella que construye redes que enlazan la política y el capital, continúa promoviendo leyes que producen mayores retrocesos en la ya superficial democracia chilena, pese al desprestigio de las instituciones en que se amparan.

Una indicación en una ley corta antidelincuencia, pretendía transformarse en una ley mordaza que por su amplitud, limitaba la libertad de expresión y el derecho a la información que tienen todos los ciudadanos del país. Tras largos debates se modificó en el Senado la susodicha indicación, estableciendo que los periodistas quedan excluidos de eventuales sanciones. Las penas de cárcel y multa se mantienen para quienes entreguen información. El tema es que el retroceso democrático se mantiene. Dado que la nueva redacción aprobada dificulta el acceso a las fuentes de información y genera una cultura de amedrentamiento para quienes tengan información relevante, lo que es más grave aún en un contexto en que se investigan casos de cohecho, corrupción y financiamiento ilegal de la política.

Simultáneamente, en el mismo Senado se aprueba una nueva ley de control de identidad que no es otra cosa que la cuestionada ley de detención por sospecha. Este retroceso que se suma a muchos otros, permitirá la detención administrativa, por hasta cuatro horas, de toda persona que no porte un documento de identificación en caso de serle requerido, prácticamente en cualquier lugar y circunstancia. La detención por sospecha pone en riesgo la libertad personal, especialmente de los sectores más discriminados socialmente, se les podrá detener arbitrariamente, sin importar, incluso, que sean menores de edad.

Ambas medidas debatidas y aprobadas en el Senado -sumado a la permanente criminalizaciòn de la movilizaciòn social- constituyen un claro indicio de que desde el poder se quiere imponer una cultura del amedrentamiento, la desconfianza y el oscurantismo. Características absolutamente contrarias al contenido esencial de la democracia: un régimen político en beneficio de las mayorías -que siempre son los más pobres y excluidos- que se organiza en torno a derechos sociales para todos, con transparencia y participación.

Abril 2016